El incendio en Quereño pasa a ser «forestal y no preocupa la seguridad ciudadana»
«La situación mejora paso a paso». Así lo ha asegurado Gabriel Alén, delegado territorial de la Xunta en Ourense y encargado del Puesto de Mando Avanzado del incendio, en la mañana de este jueves, 21 de julio. Una jornada más los medios de extinción trabajan en los diferentes puntos donde ha afectado el incendio con el objetivo de evitar posible reactivaciones. «Tenemos que extremar las precauciones en el día de hoy para hacer seguimientos y erradicar rápidamente cualquier reproducción»
Sin duda, el punto más afectado durante la noche del miércoles al jueves fue Quereño —Rubiá—. Hubo momentos de tensión por la espectacularidad del fuego bajando por la ladera hacia la carretera, donde esperaba los medios de extinción. Era la única forma de atajarlo». La situación motivó confinar a los vecinos «pero no había riesgo».
En estos momentos, el incendio de la zona de Quereño es «forestal y no preocupa la seguridad ciudadana. Creemos que está controlado».
El delegado también ha aclarado que no hay riesgo inminente de que el fuego de O Courel —Lugo— y el de Valdeorras se unan. Además, destaca de nuevo que este incendio cuenta con unas características muy diferentes. «Las condiciones meteorológicas han hecho que sea un incendio muy difícil para luchar contra él. La dirección cambia rápidamente».
El delegado territorial ha reconocido una vez más la labor de los medios de extinción, pero también de los vecinos que han colaborado. Además, adelanta que el Consello de la Xunta de Galicia aprobará, posiblemente, las primeras medidas para ayudar a aquellos que han perdido sus propiedades. «Estaremos a cargo en las próximas semanas de los vecinos para cumplimentar la tramitación y lleguen las ayudas».
Según el último parte de la Consellería de Medio Rural el incendio ya ha calcinado 10.500 hectáreas aproximadamente. Además, ha afectado a 70 construcciones, algunas de ellas viviendas. El fuego también obligó a desalojar de forma parcial a 500 personas de 10 núcleos de población, aunque todos están ya de regreso.
En su control trabajan, según las fuentes oficiales, 9 técnicos, 68 agentes, 125 brigadas, 60 motobombas, 3 palas, 12 aviones, 13 helicópteros y la Unidad Militar de Emergencias —UME—.
Cabe recordar que el incendio se desencadenaba el pasado jueves debido a un rayo. El domingo al mediodía se daba por controlado, pero un cambio en el viento lo reactivó. Desde entonces, las llamas han causado importantes daños en diferentes núcleos de población de Carballeda, O Barco y Rubiá. Las parroquias más afectadas han sido Alixo —O Barco—; A Veiga de Cascallá y Barrio —Rubiá— y Robledo de Domiz —Carballeda de Valdeorras—.