Domingo Díaz: «Hai futuro, pero temos que repensar o modelo das aldeas. Négome a que sexan parques temáticos»
Las jornadas celebradas en Petín bajo el lema “O rural tamén pensa futuro” concluyeron hoy con un balance muy positivo por parte de sus organizadores y participantes. La iniciativa, promovida por el productor audiovisual Domingo Díaz Docampo en colaboración con el Concello de Petín, reunió durante dos días a profesionales del desarrollo territorial, representantes institucionales y vecinas y vecinos de Valdeorras para analizar los principales desafíos del medio rural y activar propuestas concretas desde el propio territorio.
Durante la sesión inaugural, Díaz Docampo compartió experiencias recogidas en zonas rurales de Francia e Italia, donde la valorización de productos locales como el vino o el aceite ha permitido dinamizar la economía y fortalecer el tejido social. El objetivo, señaló, era «reunir casos inspiradores, compartir coñecemento e abrir liñas de traballo con un enfoque práctico y orientado á acción».
Al finalizar, el promotor destacó la respuesta ciudadana y la implicación generada por las jornadas: «O meu obxectivo era aprender iniciativas de fóra, ver que experiencias de éxito hai polo mundo, que nos podían aportar e tratar de replicarlo aquí», señaló. «Estiven gratamente sorprendido pola participación e pola demanda, porque xa está anotando a xente que ten interese para vernos outro día e crear eses grupos de traballo», argumentó.
Díaz Docampo subrayó además la necesidad de repensar el modelo de los pueblos y aldeas desde una visión actualizada y sostenible: «Para min o máis relevante é que hai futuro, que hai que repensar o modelo dos pobos, das aldeas», explicó. «Non hai que añorar a vida dos anos 40 ou 50, senón entender que existen modelos viables económica, social e culturalmente», señaló.
El productor, crítico con la tendencia a convertir los pueblos en “parques temáticos” para el disfrute de visitantes urbanos, defendió un rural vivo, productivo y con voz propia: «Eu négome a que Petín e os pobos de Valdeorras sexan parques temáticos». Temos que ter capacidade e ser críticos cunhas correntes neoliberais brutais que nos impiden comercializar os nosos propios produtos».
También reivindicó el papel histórico del campesinado como garante del equilibrio ambiental: «Matamos ao campesiño, extinguimos ao que era o gardián da biodiversidade. Temos que volver a reintroducir esa xente que quere vivir nas aldeas con outras condicións, dando esí servicios pero con capacidade de facer cousas».
Un llamamiento institucional a la acción
El encargado de clausurar las jornadas fue Eladio Santos, subdelegado del Gobierno en Ourense, quien destacó la importancia de abordar el futuro del rural desde la ciencia, la planificación y la coordinación administrativa.
«Os científicos coinciden en que dous eixes nos levaron á situación actual: o cambio climático e a política forestal e de ordenación do territorio», afirmó Santos, quien advirtió que el aumento de las temperaturas y la falta de gestión forestal están detrás de los incendios que cada año afectan a Galicia.
El representante gubernamental insistió en que las administraciones deben escuchar al territorio: «Hai que falar cos alcaldes e cos axentes implicados —comunidades de montes, gandeiros, agricultores, cazadores, empresas madeireiras— e tomar decisións valentes e transformadoras que nunca se tomaron».
Santos defendió la necesidad de un nuevo modelo rural adaptado a los tiempos actuales, pero basado en las experiencias que surgen desde el propio territorio: «Non hai que volver ao rural dos anos 50, senón ao rural que nos plantexan estas experiencias. Hai que presionar ás administracións para que isto non quede no esquecemento e que se fale do mundo rural e do progreso, e non de lumes».
Un debate necesario y urgente
Entre los asistentes, las valoraciones coincidieron en la relevancia de encuentros como este. Uno de los participantes destacó que «son unhas xornadas moi interesantes e ademais moi necesarias, porque vivimos nunha zona que sufriu os incendios forestais, motivados polo abandono rural».
El mismo asistente reclamó una reflexión profunda sobre la gestión del territorio: «Non aprendemos nada, nin da crise de 2008, nin da pandemia, nin dos incendios de hai tres anos. Hai que devolver a capacidade de decisión e a obtención de beneficios económicos, sociais e medioambientais aos habitantes do territorio».
Las jornadas “O rural tamén pensa futuro” concluyeron con un mensaje compartido: el futuro del rural pasa por la acción local, la cooperación entre sectores y el reconocimiento del territorio como un espacio vivo, con potencial económico y cultural propio.
El entusiasmo de los participantes y la creación de grupos de trabajo para continuar el diálogo auguran que esta cita en Petín no será un punto final, sino el inicio de una red de colaboración que piense el futuro desde y para el rural.