Por segundo año consecutivo no podrá disfrutarse de esta tradición bolesa
Sábado Santo. Acaba la Cuaresma, mañana es Domingo de Resurrección y la tradición marcaría acudir a O Bolo para disfrutar de su festa da vitela. Pero por segundo año consecutivo la covid no lo permitirá. Al menos siempre nos quedarán las imágenes, por lo que hoy en Somoscomarca.es realizamos un pequeño recuerdo a esta celebración.
Fue hace más de una década cuando se comenzó a celebrar esta fiesta. Desde entonces en O Bolo el ayuno de cuaresma se rompe con la vitela. La localidad es uno de los puntos neurálgicos de la Semana Santa que atrae a cientos de personas. El Concello no quiso perderse esa tradición de fiestas gastronómicas de la comarca, marcadas en su caso en el Sábado Santo.
Como todo buen bolés sabe, la vitela es la ternera, acompañada de chorizo, lacón, garbanzos y patatas. Reúne cada año, en torno a la mesa, a cientos de personas en un polideportivo reconvertido, para la ocasión, en comedor. Una comida donde acuden cerca de 900 personas y que está animada por el sonido de las charangas, los aplausos, los gritos y el “buen rollo”.
En su última edición, además, se aprovechó para rendir homenaje a Rafael Palacios, riojano enamorado de O Bolo que explicaba «fue muy emocionante, porque al final es mi otra pequeña familia».
En un primer momento el pasado 2020 desde el concello se planteaba la posibilidad de atrasar la fecha de la celebración, algo que con el paso de los meses se convirtió en imposible. En esta ocasión el alcalde, Manuel Corzo, lamenta la situación aunque confiesa que «es imposible que se junte ahora esa multitud de gente. Lo primera es la salud».
Tocará esperar, si todo va bien, al 2021.
