El diputado del Partido Popular por Ourense, Celso Delgado, formuló en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible del Congreso una pregunta oral a la secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano: «¿Qué explicaciones da el Gobierno a la ralentización y paralización de obras y proyectos de infraestructuras de carreteras estatales en la provincia de Ourense?».
Para ilustrar dicha pregunta, el diputado habló de cuatro casos, dos de ellos relacionados con la comarca de Valdeorras. Por una parte, del «enorme retraso de la circunvalación de O Barco». Advirtió Delgado «con total honestidad y claridad que vigilen la ejecución de esta obra por parte de la inspección de su Ministerio, pues estamos detectando y conociendo irregularidades y fallos que no tienen justificación y queremos que se eviten luego consecuencias. Tómense en serio esto que le acabo de decir».
Esta denuncia llega después de la emisión de un comunicado por parte del Partido Popular el pasado 25 de abril sobre un supuesto nuevo modificado del proyecto «el número 2, que incrementaría nuevamente la obra en 6,8 millones de euros».
Espacio también en esta Comisión para la denuncia de Celso Delgado sobre «el abandono para con las infraestructuras de comunicación de Valdeorras y el Bierzo y en general para la conexión entre Galicia y Castilla y León». Y concretaba que «en los seis años que lleva Pedro Sánchez gobernando, han sido incapaces de licitar ninguno de los tramos de la autovía A-76».
Precisamente se refería el popular a dos tramos que «hace años estaban en condiciones de ser licitados»: O Barco de Valdeorras - A Veiga de Cascallá (8,5 kilómetros); y Villamartín de la Abadía - Requejo (6,2 km). En este sentido, el Partido Popular preguntaba «¿Creen que los valdeorreses tienen derecho a seguir circulando por una carretera (N-120) que usted sabe que está mal mantenida y que es insuficiente y está superada? ¿Cuándo van ustedes a licitar por fin alguno de esos tramos?».
Finalmente, en el comunicado enviado por los populares, valoran lo que fue la respuesta recibida por la secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano. La definen como «decepcionante y sin ningún tipo de compromiso».
