O Barco quiere una Casa de la Cultura más eficiente energéticamente
El Concello de O Barco llevaba ayer día 10 de julio a pleno para su aprobación, dos subvenciones solicitadas al IDAE para la Casa de la Cultura de la villa, centradas en la eficiencia energética. El regidor barquense, Alfredo García explicaba que se trata de solventar dos problemas, «la sustitución de los viejos radiadores de tarifa nocturna por bombas de calor, mucho más eficientes energéticamente», con una cantidad máxima de 109.000 euros, y también, «el cambio de iluminación que vendría a sustituir las luces de todo el complejo por tecnología led», cuya cantidad máxima asciende a más de 60.000 euros.
A pesar de que finalmente el sometimiento a pleno de estas subvenciones era aprobado por todos los grupos por unanimidad, Riada Cidadá encontró excesivas las inversiones en la Casa de la Cultura, calificada como «saco sen fondo» por su portavoz, Félix García. Se refirió el edil, además de a las dos subvenciones ahora solicitadas a la IDAE, al obradoiro de emprego Valdeorras, Camiño de Inverno «que presenta unha próxima actuación no Teatro Lauro Olmo según resolución de alcaldía» y a los presupuestos de 2018 recientemente aprobados, en los que se reserva una partida superior a los 50.000 euros para el edificio cultural, con el objeto de arreglar el techo.
Explica Félix García que su grupo «pensa que hai outras actuacións prioritarias que tamén hai que valorar e que redundarían no benestar dos veciños máis dependentes; seguimos decindo que hai que adicar máis partidas ao Centro de Día, sobre todo cando vemos que para a Casa de Cultura hai un derrame anual que é moito diñeiro».
Por su parte, el alcalde cerraba la intervención explicando que «se decidió actuar en la Casa de la Cultura porque todos los edificios que tienen 15 años están procediendo a cambiar su sistema energético para ser más eficientes», mirando dónde se puede ahorrar más. No entedía el alcalde la réplica de Riada de la que expresó que «hablan de otra cosa aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid; es tan sencillo como que hay una subvención, la pedimos, y ahora estamos a la espera de que nos la den».