martes. 16.04.2024
montesori

La Asociación de Nai a Nai acerca nociones de la educación Montessori a familias y profesores de O Barco con el fin de que dispongan de una herramienta más en la tarea educativa. Se trata de un método mediante el que niñas y niños aprenden de forma libre, por ellos mismos y que gira en torno al desarrollo de su independencia, capacidades y potencialidades. Este sistema emplea material específico, no hay profesor sino guía y, además, fomenta valores.

La pedagoga mexicana Mercedes Urbiola, que reside en Galicia desde 2003, es la profesional que ha impartido el taller en O Barco, en esta ocasión centrado en el área del lenguaje para niñas y niños de 0 a 12 años. Habla con pasión de la educación Montessori, que define como una filosofía, una experiencia que hay que vivir. «Para un niño, el lenguaje es la construcción de sí mismo, a través del cual se identifica con el mundo, sabe que es partícipe del mundo y, por tanto, lo ama», explica.

La educación Montessori se lleva a cabo en un ambiente especial. «El niño es el autor de su propio aprendizaje», apunta Urbiola. No se le enseña a leer ni a escribir, sino que a través de un material específico aprende solo. Por tanto, es un nuevo paradigma de la educación que rompe moldes y con la educación convencional.

En el campo del lenguaje, con el método Montessori los niños y niñas aprenden a hablar, a escribir y, a su vez, tienen conocimiento del análisis gramatical como sustantivos, verbos y preposiciones. Aprenden con entusiasmo y así aman escribir, investigar, la poesía, la literatura pues ven que es una parte de la expresión humana.

Pero la clave para aplicar este método está, a su vez, en transformar la mentalidad de los adultos. «El educador tiene que cambiar la mirada hacia el niño, verlo de otra forma para respetar su proceso de desarrollo, creer en él y tratarlo con el respeto que se merece. Hay trabajar muchísimo la parte personal para poder dar lo mejor a los niños», expresa Urbiola.

La educación convencional dicta qué aprender, en qué tiempo, en qué momento, espacio y cómo, «arrebatando las posibilidades de que el niño lo descubra», indica. Con Montessori hay otras alternativas que giran en torno a las capacidades del niño. Su motor interno mueve su propio desarrollo. «El adulto debe dar al niño su poder personal para que encuentre el aprendizaje y poner los medios para que lo halle. El niño siempre va a ir más lejos de lo que el adulto le propone», valora la pedagoga.

Urbiola considera que el método Montessori contribuye a formar seres humanos, adultos comprometidos, cooperativos, buscadores de la paz, que saben solucionar problemas, con fuerza personal, no competitivos, que aprenden a resolver por sí mismos; un método donde el adulto los acompaña, pero no les hace las cosas. «Si yo pongo todo y le quito su voluntad, el niño ya no quiere».

Para escuchar la la entrevista completa a Mercedes Urbiola , haga click en el siguiente enlace:

Texto: Susana Prieto

Fotos: Alex Lorenzo

Mercedes Urbiola: «Con la educación Montessori el niño es el autor de su propio...