Librería Yoli y el valor de atender sin prisas
🏪 Nombre del establecimiento: Librería Yoli
📅 Año de fundación: 2011
📍 Dirección: Avenida Conde de Fenosa, 67 bajo — O Barco de Valdeorras (frente al Hospital Comarcal)
🙋 Quién te atiende: Sandra (gerente) y Zayda
⏰ Horario: De lunes a viernes, de 9.30 a 14.00 y de 16.30 a 20.30. Sábados, de 10.00 a 14.00.
🧾 Sector: Librería, papelería y juguetería
🛍️ Qué ofrece: Libros, papelería, juguetes educativos, regalos, artículos de aseo y productos de primera necesidad, especialmente para personas hospitalizadas
🧑🤝🧑 Para quién: Para todo tipo de público, desde niños hasta personas mayores
🧬 ADN: Librería Yoli es uno de esos comercios donde el producto importa, pero el trato lo es todo. Abierta en 2011, combina librería, papelería y juguetería con una filosofía muy clara: atención personal, cercanía y una relación casi cotidiana con su clientela.
Sandra, que se hizo cargo del negocio tras un traspaso, y Zayda, que lleva tres años trabajando allí, coinciden en que la esencia del comercio local está en el vínculo. «Cuando un cliente habitual no viene, lo echas en falta», explican. Se pregunta por él, se nota su ausencia. Ese trato de tú a tú es, para ellas, el alma de la tienda.
Esa forma de trabajar también se refleja en pequeños detalles que ya son marca de la casa, como las frases que colocan cada año en la puerta durante la campaña escolar. Mensajes irónicos, directos y muy reales sobre la paciencia, las colas y el respeto al turno, que muchos clientes entran solo a leer. «Hay gente que viene expresamente por la frase», cuentan.
🗣️ Hablamos: El día a día no es sencillo. Gestionar la prisa ajena, la falta de empatía y la impaciencia se ha convertido en parte del trabajo. «La gente entra pensando que es la única persona en la tienda», explican. Y eso obliga a equilibrar: si se atiende a dos a la vez, no se atiende bien a nadie.
Sandra llegó al negocio tras una vida laboral muy distinta. Trabajaba en seguridad y obra pública, pero decidió cambiar cuando su hijo empezó el colegio y necesitaba estabilidad. Cogió la librería en un traspaso casi de un día para otro: en el Puente de Diciembre se decidió y el 1 de enero ya era autónoma. ¿Volvería a hacerlo? Lo tiene claro: no. No por el comercio, sino por la dureza del autoempleo, la incertidumbre económica y la carga constante. «Es muy complicado y ahora más que nunca», reconoce.
Anécdotas hay muchas, tantas que Sandra siempre dice que el día que se jubile escribirá un libro. Desde niños que preguntan si conocen a Papá Noel, hasta pequeños detalles como el papel de regalo, en el que los niños se fijan más de lo que parece. Una de las historias más recordadas es la de una niña que quería trabajar en una librería. Su madre la llevó un sábado y la pequeña pasó allí tres horas “trabajando”, encantada. Se fue con propina incluida y con la idea clara de que ese podía ser su futuro.
La clientela es variada y muy fiel. Hay personas con las que incluso se comparte un café apoyado en el mostrador. «Nos falta una cafetera y un tirador de cerveza», bromean. Esa confianza es la que sostiene el negocio.
En Navidad, el pulso del consumo es claro: los libros ya no son lo más vendido. La lectura baja y el precio del libro sorprende a quien no es lector. En cambio, juguetes como la Nancy —70 euros— se agotan. Los juegos educativos, puzles y regalos didácticos funcionan especialmente de cara a Reyes.
La ubicación frente al hospital también marca el día a día. Muchas personas entran buscando artículos básicos: peines, cortaúñas, productos de aseo o pequeños regalos. «Intentamos tener lo que la gente necesita», explican. Adaptarse ha sido clave para sobrevivir.
Internet y las grandes plataformas son una amenaza constante. «La gente no se corta en decirte que online es más barato», señalan. Pero recuerdan que detrás del comercio local hay esfuerzo, trabajo y un catálogo que, especialmente en Navidad, es muy competitivo. «Luego todos decimos qué pena cuando cierra una tienda de toda la vida», reflexionan. Apoyar el comercio local también es una decisión colectiva.