«Fermentación improvisada»: Cannonball Adderley y Brugse Zot Blonde Ale, energía y dulzura

Hay secciones que informan, otras que divierten y algunas que sorprenden. «Fermentación improvisada» pertenece a esta última categoría, uniendo dos mundos en apariencia distintos, pero con más puntos en común de los que imaginamos: el jazz y la cerveza. Detrás de esta original propuesta está David Esmerodes, Cicerone nivel I, quien en cada entrega marida una cerveza con la música que le evoca, explicando la conexión entre ambas.

En la última edición, Esmerodes nos transportó a Brujas con la Brugse Zot Blonde Ale, una Belgian Blonde Ale que es puro equilibrio: color dorado brillante, notas especiadas y afrutadas, con un final seco y refrescante. Un puente entre la tradición cervecera belga y la accesibilidad de las lagers rubias. Para acompañarla, una banda sonora a la altura: el saxo cálido y envolvente de Cannonball Adderley, leyenda del jazz y pionero del soul jazz.

¿Por qué este maridaje? Porque la Brugse Zot Blonde es una cerveza versátil, con carácter pero sin excesos, igual que el estilo de Adderley: virtuoso, expresivo, pero siempre accesible. En sus notas se percibe la esencia del blues, la energía del hard bop y la calidez del soul jazz, del mismo modo que en cada sorbo de esta cerveza belga se combinan dulzura, especias y frescura.

Desde «Autumn Leaves» hasta «Mercy, Mercy, Mercy», la sesión recorrió la evolución musical de Adderley mientras Esmerodes desgranaba la historia de la cervecería De Halve Maan, su icónico sistema de tuberías cerveceras y la fusión entre innovación y respeto a la tradición. Todo, con un tono cercano y envolvente, como si estuvieras en una conversación de bar con un amigo apasionado por el jazz y la cerveza.

«Fermentación improvisada» es un viaje sensorial. Porque, al final, jazz y cerveza comparten mucho más de lo que parece: ambos nacen de la creatividad, evolucionan con el tiempo y, sobre todo, están hechos para disfrutarse.