Ferretería Moncho: Tres generaciones y 90 años de confianza a pie de calle

Ferretería Moncho: Tres generaciones y 90 años de confianza a pie de calle

🏪 Nombre del establecimiento: Ferretería Moncho

📅 Año de fundación: 1931

📍 Dirección: Calle Marcelino Suárez 3, bajo (O Barco de Valdeorras)

🙋 Quién te atiende: Olga, la tercera generación al frente del negocio, su marido Carlos y Mauro

Horario: De lunes a viernes: 9:00 a 13:30 y de 16:00 a 20:00 y Sábados: de 9:00 a 13:30

🧾 Sector: Ferretería 

🛍️ Qué ofrece:  Artículos de ferretería, bricolaje, menaje, jardín, fontanería, electricidad… ¡y mucho más!

🧑‍🤝‍🧑 Para quién: Para todo el mundo. Hay gente que lleva viniendo 60 años. Y ahora vienen los hijos… y hasta los nietos. La clientela es muy diversa: desde quienes buscan una bombilla o un grifo, hasta niños que compran materiales para el colegio.

🧬 ADN: Más de 90 años de historia al servicio del cliente local, apostando por una atención cercana y productos de calidad. Aunque el mundo ha cambiado, la esencia de esta ferretería familiar se mantiene intacta: trato personalizado y compromiso con cada persona que cruza la puerta. «Somos una tienda pequeña, pero en la que puedes encontrar de todo», asegura Olga, la actual responsable de Ferretería Moncho, un negocio que lleva más de 90 años abierto en O Barco. Lo fundó su abuelo en 1931, aunque la historia se remonta aún más atrás: «Mi abuelo empezó con su hermano antes de ese año, pero cuento desde el 31, que es cuando empezó él solo».

🗣️ Hablamos: En sus orígenes, la tienda no era exactamente una ferretería. «Aquí había una fragua, hacían calderos de cobre. Venimos de una familia de caldereros de A Rúa, de Vilela», recuerda Olga. Con el tiempo, la fragua dio paso a un establecimiento que llegó a vender de todo: desde lavabos hasta bicicletas, pasando por camas o motos. Hoy el negocio se centra en el mundo de la ferretería, pero sigue conservando ese espíritu de “tienda de todo”.

Olga estudió Empresariales, pero la vida la llevó a continuar con el negocio familiar tras el fallecimiento de su padre. «Estaba estudiando, pero decidí quedarme. Nací aquí, me crié aquí… y ahora trabajo con mi marido y con un empleado», cuenta. Los tres forman el equipo que sigue dando vida a este comercio de barrio, conocido por generaciones de vecinos.

Uno de los elementos que distingue a Ferretería Moncho es el trato cercano. «Nosotros no vendemos por internet, pero luchamos con otras armas: tener buenos precios, calidad y una atención personalizada. Si algo sale mal, te lo cambiamos o te ayudamos con la reparación. Eso la gente lo valora». Olga defiende que aún hay quienes prefieren tocar el producto, dejarse asesorar, y confiar en quien sabe.

Además, pone especial empeño en que el escaparate resulte siempre atractivo. «Intento cambiarlo cada pocas semanas. Es importante que llame la atención, que la gente vea que hay cosas nuevas, que hay vida». Ese detalle, aparentemente menor, habla mucho del mimo con el que se lleva este negocio.

😄 ¿Y anécdotas? Muchas. Olga recuerda la vez que un cliente quiso devolver unas fuentes… ¡compradas a su padre hacía 15 años! O la vez que alguien entró preguntando por azúcar. «Tengo que escribir un libro con todas estas cosas», bromea.

Con tres generaciones a sus espaldas, Ferretería Moncho es ya parte del alma comercial de O Barco. Un comercio de los de siempre, donde el nombre no se cambia aunque ya no haya ningún Moncho en el establecimiento porque, como cuenta Olga, «forma parte de nuestra esencia».