Los cuatro expresidentes del CCA O Barco recibieron un homenaje en la celebración definitiva de la pasarela de moda
La moda volvió a llenar de vida la Plaza Andrés de Prada de O Barco con la celebración definitiva de la Pasarela del Centro Comercial Aberto (CCA), tras varios aplazamientos por las inclemencias meteorológicas. Finalmente, la cita se desarrolló en el lugar previsto, pese a que a primera hora de la tarde la lluvia amenazó con deslucir la jornada.
El momento emotivo de la tarde llegó con el homenaje a los cuatro expresidentes de la asociación. La actual directiva, encabezada por Jacobo Arias, quiso reconocer públicamente la labor de quienes habían liderado antes el CCA. Pilar Delgado, primera presidenta, recordó los inicios de la entidad y la importancia que tuvo el respaldo institucional y comercial para consolidarla. Tras ella intervinieron, por orden de mandato, Charo López, Ángel Álvarez y Sandra Moldes, quienes coincidieron en destacar el trabajo colectivo que ha hecho posible el crecimiento del comercio local.
En el escenario estuvieron también las autoridades. El director xeral de Comercio, Gabriel Alén, resaltó que el acto era un acierto porque suponía reconocer la importancia del asociacionismo. La diputada por Valdeorras, María del Carmen González, agradeció la labor de los comerciantes, de los cuales dijo que atienden con cercanía y sensibilidad a diario, lo cual es «una delicia». Por su parte, el alcalde, Aurentino Alonso, cerró el turno de intervenciones valorando la calidad de las colecciones exhibidas y reivindicando que en O Barco se encuentra «moda de primer nivel» y no hace falta salir fuera a buscarla.
El desfile, conducido por la presentadora Fátima Rego, siguió las pautas de años anteriores. Abrieron la pasarela los más pequeños, que arrancaron los aplausos del público que llenaba la plaza. Después del homenaje y la actuación de la acróbata Reyna, más de un centenar de modelos locales y de la comarca mostraron las últimas tendencias en moda y complementos para la temporada otoño-invierno 2025.
La celebración, que había encajado varias fechas alternativas antes de materializarse, se convirtió en un escaparate de talento y en una reivindicación de la vitalidad del comercio del Barco y de Valdeorras.