
Quinca. Coxinha de Pollo. Zona Merenzao

Quinca. Coxinha de Pollo. Zona Merenzao

Quinca. Coxinha de Pollo. Zona Merenzao

La Galería. Tortilla de la Cuqui. Zona Mencía

La Galería. Tortilla de la Cuqui. Zona Mencía

Asador Vila do Castro. Medallón Castro. Zona Merenzao

Asador Vila do Castro. Medallón Castro. Zona Merenzao

Quinca II. Quibe. Zona Treixadura

Quinca II. Quibe. Zona Treixadura

Piquiño. Bocado César. Zona Treixadura

Piquiño. Bocado César. Zona Treixadura

Piquiño. Bocado César. Zona Treixadura

Skándalo. Amor a primera mordida. Zona Treixadura

Skándalo. Amor a primera mordida. Zona Treixadura

El Muro del Malecón. Criyama. Zona Sousón

El Muro del Malecón. Criyama. Zona Sousón

El Muro del Malecón. Criyama. Zona Sousón

Burguer Mayita. Bar Cafetería Cristal. Zona Merenzao

Paleodelicia. Kaverníkola Zona variedad godello

Este año los locales participantes se dividen en seis zonas que se corresponden con las distintas variedades de uva de Valdeorras. Recorremos algunas de las propuestas que podemos degustar hasta el 17 de enero.
Nuestro viaje gastronómico comienza en la variedad Treixadura, donde Marcos, cocinero del restaurante O Piquiño, sorprende con su «Bocado César». Este pincho reinventa la clásica ensalada César en una presentación que combina frescura y sabor. Servido en una concha de vieira, invita a disfrutarlo con las manos, combinando la textura crujiente de la lechuga con el contramuslo de pollo y un aliño que es pura delicia.

Sin abandonar esta variedad de uva de Valdeorras, llegamos a Skándalo, un recién llegado a la ciudad y también a la ruta. Javier nos presenta su «Amor a primera mordida». Su mini hamburguesa con nube crujiente no solo impresiona a la vista, sino que aporta una explosión de sabores en cada bocado.

Continuamos paseando por los vinos de Treixadura y hacemos parada en Quinca Café Bar II, donde encontramos el «Quibe», una especie de sandwich hecho de harina, queso y especias, que, acompañado de una gota de lima, transforma la experiencia gastronómica en algo fresco y memorable.

Saltamos ahora a la variedad Merenzao para entrar en el primer Quinca Café Bar que abrió en O Barco esta pareja de brasileños. Lucas nos recibe con su «Coxinha de pollo», más conocida como croquetón. Este plato, típico de Brasil, parece una enorme croqueta rellena de pechuga de pollo. Aunque a primera vista parece compacta, en boca se deshace dejando una sensación cremosa y deliciosa. Un toque exótico que amplía las fronteras culinarias de la ruta.

Muy cerca de ahí, en el Bar Cafetería Cristal, agrupado en la misma variedad, probamos la Burguer Mayita, un pincho para comer a dos manos. Tomate, mayonesa, carne de vaca y pulled pork dentro de un pan de hamburguesa y acompañado de sus patatas fritas.

En esta misma variedad, pero fuera del casco urbano de O Barco visitamos el Asador Vila do Castro, donde Henrique nos recibe con su «Medallón Castro». Este pincho combina solomillo de cerdo con una reducción de vino de Oporto y cebolla caramelizada, demostrando que la alta cocina también cabe en pequeños bocados.

Volvemos a cambiar de variedad y nos adentramos en tierras de Mencía. Aquí, Zoemi Gámez, conocida como, La Cuqui, nos recibe en su local La Galería. Su pincho «Tortilla de la Cuqui» combina tradición y creatividad. Esta tortilla, coronada con bacon y pimientos de piquillo, es un homenaje a los sabores caseros y se ha convertido en un favorito del público.

En el Kaverníkola, que se encuentra en la zona de la variedad godello, nos sorprenden con un plato de cuchara: «Paleodelicia». Se trata de un guiso de los de toda la vida de garbanzos con gambas, migas de bacalao y acelgas con sofrito. Ideal para estos días de frío.

Por último nos vamos a la variedad Sousón para conocer la creación de Manu para el Muro de El Malecón. Nos presenta Criyama, un sushi ligeramente modificado, ya que en esta ocasión no se trata de pescado crudo, sino frito. Un bocado que sorprende y por su sabor tan diferente.

Son solo algunas de las propuestas que podemos encontrar estos días en bares y restaurantes de O Barco, donde cada pincho no solo refleja la destreza de los chefs, sino también la pasión por la tradición y la innovación. Esta ruta, no solo promete sabores únicos, sino también la oportunidad de ganar cenas para dos personas, gracias a la votación popular.
Así que ya lo sabes: coge tu boleto, recorre las seis zonas y elige tu favorito y entra en el sorteo de una cena para dos personas.