Enma Placer no defraudó: el público rio, cantó y, sobre todo, reflexionó
Las personas que ayer estuvieron en el Teatro Lauro Olmo de O Barco, disfrutaron de una experiencia escénica singular a cargo de la de La actriz, psicóloga y activista Enma Placer, que ofreció su conferencia musical titulada «Lo que suena bien no siempre es amor». Esta propuesta combinó música en directo, análisis crítico y sentido del humor para invitar al público a cuestionar los mensajes sobre el amor que se cuelan, a menudo sin filtro, en las letras de canciones populares.
La cita sirvió como antesala al Silfest Valdeorras, festival al que Enma confesó estar «enganchada». Desde el primer minuto, la artista conectó con el público con una intervención directa, cálida y enérgica. Agradeció a los asistentes, a la organización del Silfest y de forma especial al Concello de O Barco por ser «valiente» al apostar por una actividad de estas características. Subió al escenario al concelleiro de Sanidad y Asuntos Sociales, Orlando Saavedra, y juntos contextualizaron el acto dentro del marco del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, una iniciativa nacional que promueve la prevención, sensibilización y educación en igualdad.
Placer lo dejó claro: «Este proyecto forma parte del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Sé que estamos cansados de escuchar el 016, pero es importante saber que existe y que se trabaja desde muchas áreas para erradicar la violencia machista». La charla escénica, que ha recorrido ya distintos puntos del país —incluidas las Islas Canarias—, se presentó por primera vez en Galicia, un lugar que, según confesó emocionada, siente como su segunda casa.
La intervención no fue una simple conferencia: Enma interpretó canciones en directo, muchas de ellas conocidas por todos, y guio al público en una reflexión colectiva. Invitó a analizar las letras de baladas románticas que muchas veces reproducen ideas tóxicas sobre el amor, normalizando la dependencia emocional, los celos o incluso el maltrato emocional: «Muchas de las canciones que hemos cantado toda la vida, incluso las más dulces, contienen trazas de dependencia emocional», advirtió.
El público participó activamente, no solo con aplausos y risas, sino también de forma práctica. Placer propuso un juego: escribir en un papel su balada romántica favorita y depositarla en una caja. «Luego leeré algunas —explicó—, pero no para juzgar, sino para reflexionar juntas y juntos sobre lo que realmente nos están diciendo esas letras».
Orlando Saavedra, por su parte, contextualizó el acto como parte del trabajo del Concello a través del Servicio de Información a la Mujer y el programa de Igualdad: «Hemos hecho actividades para deportistas, policías, distintos colectivos... pero nunca habíamos abordado el tema de las letras de canciones, y creemos que es fundamental». También mencionó a la concejala de Cultura, Margarida Pizcueta, apoyando la iniciativa —presente en el acto—.
A lo largo del acto, Placer combinó el tono didáctico con el humor y la emoción. Recordó cómo la música activa zonas profundas del cerebro relacionadas con los recuerdos y los afectos, y cómo eso convierte las canciones en herramientas poderosas para moldear nuestras expectativas afectivas. «Las letras románticas moldean lo que creemos que tiene que ser una relación —explicó—, y muchas veces eso no es amor sano».
No faltaron referencias a la ópera, la copla y hasta el pop actual, desde Bizet hasta Shakira, para evidenciar cómo ha evolucionado —o no tanto— el retrato de la mujer en la música: «En la ópera, si la mujer es libre, muere. Carmen muere. Ofelia, loca. Y así durante siglos».
Enma Placer cerró su intervención entre aplausos, no sin antes recordar que su propuesta artística es también una propuesta política y educativa: «Prevenir la violencia de género desde la cultura es una de las cosas más bonitas que puedo hacer con mi profesión y mi pasión».
Una charla musical que no solo entretuvo, sino que removió desde dentro. Y que, sin duda, dejó una semilla crítica en cada espectador. Porque como bien resumió Placer: «Crítica no es atacar, crítica es darte cuenta».