El Concello de O Barco aprueba la gestión directa de Tesorería y descarta un nuevo festival urbano
El pleno ordinario del Concello de O Barco correspondiente al mes de diciembre fue breve, pero dejó espacio para dos debates de calado. En apenas 45 minutos se abordaron los diez puntos del orden del día en una sesión marcada además por la ausencia de un concelleiro.
El primer gran bloque de discusión llegó con la propuesta de organizar el Servicio de Tesorería Municipal mediante gestión directa, incorporando además al personal de la empresa privada a través de una subrogación voluntaria, hasta que pueda pasar a la Diputación
El alcalde, Aurentino Alonso, defendió este cambio subrayando las ventajas de transferir la gestión al organismo provincial y recordando que este primer año implicará un esfuerzo adicional para el Concello, al tener que asumir la incorporación de las trabajadoras afectadas.
Sin embargo, el debate tomó cuerpo cuando BNG y PP plantearon sus dudas. El portavoz nacionalista, Manuel Agra, recordó que tanto Secretaría como Intervención habían emitido informes desfavorables, alertando del riesgo de nulidad del acuerdo y de posibles responsabilidades futuras.
En su intervención, subrayó que el BNG comparte la conveniencia de la gestión directa y desea que las cuatro trabajadoras sigan en el Concello, pero señaló que la fórmula de la subrogación voluntaria «no se ajusta a la legalidad vigente» al no existir transmisión efectiva de la unidad productiva ni encajar en los supuestos que permiten integrar personal en funciones reservadas a funcionarios públicos.
El PP, en boca de Antonio Melo, coincidió plenamente en el diagnóstico técnico, por lo que también optó por la abstención. A pesar de estas reservas, el punto salió adelante con los ocho votos del PSOE, mientras que PP y BNG se abstuvieron.
De la tesorería al festival urbano: una propuesta cultural que divide
Superado el primer bloque, el pleno pasó a analizar la moción del BNG para crear un festival de arte y música urbana, una iniciativa que pretendía cubrir un hueco en la oferta cultural municipal aprovechando la llegada del buen tiempo y la zona del río. El edil Xavier Rocha expuso una propuesta detallada que incluía conciertos de música urbana, talleres de graffiti y tatuaje, competiciones de skate, BMX y baloncesto 3x3, así como una estimación presupuestaria de 13.800 euros y una previsión de ingresos de 9.000. El documento recordaba también el potencial retorno económico para la hostelería y el comercio local.
El Partido Popular acogió la moción con interés, considerando que podría abrir una nueva línea de actividad cultural en el municipio. Sin embargo, el PSOE mostró una postura diametralmente opuesta. La teniente de alcalde, Margarida Pizcueta, explicó que este tipo de eventos solo resulta viable cuando existe un promotor privado detrás, ya que gastos como los seguros de responsabilidad civil absorben buena parte del presupuesto.
A ello se suma —recordó— la falta de personal: el departamento de Cultura cuenta únicamente con un trabajador, ya sobrecargado por el ritmo habitual de actividades que organiza el Concello. La propuesta no prosperó: ocho votos en contra del PSOE frente a seis apoyos de PP y BNG.
Un cierre centrado en el clima político y en la iluminación pública
El pleno entró en su recta final con los ruegos y preguntas, donde afloró la preocupación por el clima político actual. El portavoz nacionalista, Manuel Agra, denunció la creciente crispación en redes sociales, donde proliferan insultos, amenazas y acusaciones falsas, a veces desde perfiles anónimos y otras desde cuentas vinculadas a personas con responsabilidades políticas.
También criticó la difusión de bulos sobre cuestiones sensibles —como la situación sanitaria o la prevención de incendios— y alertó de que esta hostilidad alcanza incluso a los medios de comunicación locales, cuestionados por publicar información de distinto signo político.
Por su parte, el concejal popular Manuel Núñez (Noli) trasladó su preocupación por la reducción de la iluminación en algunas calles y pasos de peatones tras el cambio a luminarias más eficientes. El alcalde reconoció que la intensidad ha disminuido, pero se encuentra en los márgenes legales, aunque añadió que el aparejador municipal ya está revisando varios puntos para mejorar la seguridad viaria.