Así se prepara Valdeorras para el día de Todos los Santos

Así se prepara Valdeorras para el día de Todos los Santos
Las floristerías y viveros de la comarca viven semanas intensas de reservas y preparativos para que el 1 de noviembre no falte ni una flor en los cementerios

En Valdeorras, como en tantos rincones de Galicia, los últimos días de octubre huelen a tierra húmeda y a crisantemo. Las floristerías y viveros trabajan sin pausa mientras los clientes llaman o se acercan con una idea clara: que el 1 de noviembre todo esté listo para honrar a los suyos. En Agricentros Terán en O Barco y A Rúa y Garden Sil lo saben bien: «Desde el 1 de octubre empiezan las reservas y cada día aumenta la afluencia», comenta su responsable, Carlos Terán.

El Día de Todos los Santos no se improvisa. Las plantas llegan por tandas, las flores algo más tarde, y muchos clientes confían tanto en la casa que ni siquiera esperan a verlas. «Hay gente que lleva años encargando lo mismo, porque ya conoce la calidad y sabe qué tamaño necesita según el nicho o el panteón», explica Terán. En sus cuadernos quedan anotaciones que se repiten de un año para otro, pequeñas tradiciones que se renuevan en cada encargo.

El blanco sigue siendo el color que domina las fechas. «El blanco impera en Todos los Santos», afirma.Pero no todos los cementerios se adornan el día 1 de noviembre, cada pueblo mantiene su ritmo: algunos celebran las misas el fin de semana anterior, otros el propio día 1 o el 2, según la disponibilidad de los párrocos. «Eso también marca el ritmo de las compras», apunta.

Detrás de cada planta hay meses de trabajo. «Un crisantemo tarda entre seis y ocho meses en hacerse», recuerda Terán. Por eso, en AgricentrosTerán y Garden Sil haces las reservas con un año de antelación. «Cuando acaba una campaña, ya estamos reservando para la siguiente», explica. La mayor parte de los proveedores son gallegos, lo que garantiza un producto fresco, de proximidad y con menor huella ambiental. «Es importante apoyar al vivero local, que también vive este momento como un reto», añade.

El trabajo no es sencillo. «Jugamos con muchos factores —lluvia, humedad, calor, si hay puente— y tenemos que estar muy pendientes del tiempo». Aun así, todo llega a tiempo para que el 1 de noviembre los cementerios luzcan vivos. Margaritas o crisantemos gallegos conviven con flores importadas como claveles o rosas de Colombia, necesarias para completar la oferta y asegurar que no falte nada.

Terán insiste en un consejo: no dejarlo para el último momento. «A veces la gente espera al final pensando que la flor estará más fresca, pero no es así; la calidad es la misma y comprar con tiempo evita quedarse sin la variedad o el estilo que uno quiere».

Detrás de cada encargo hay previsión, cuidado y, sobre todo, afecto. Porque llevar flores el Día de Todos los Santos no es solo una tradición: es una forma de recordar y de agradecer. En Agricentros Terán y Garden Sil lo saben bien, y por eso recomiendan hacer las reservas con antelación y optar por los colores sencillos. El blanco, una vez más, volverá a llenar de calma los cementerios de Valdeorras.

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