Así es el tratamiento con guantes de plata que ya es un éxito en Valdeorras
Rejuvenecer sin agujas, sin dolor y con resultados desde la primera sesión. Esa es la promesa —y el motivo del éxito— del tratamiento de electroestimulación facial con guantes de plata que ya triunfa en el centro Ana de la Puente. Una técnica innovadora, eficaz y cada vez más demandada, especialmente por quienes buscan un efecto lifting natural y sin efectos secundarios.
«Trabajamos durante 24 minutos con unos guantes que llevan hilos de plata, que conducen la microcorriente y permiten estimular los músculos faciales a nivel profundo», explica Nuria Carmona, especialista en belleza. Según detalla, el tratamiento no solo reafirma: «Mejora la circulación, la oxigenación, ayuda a reducir bolsas y ojeras y aporta una luminosidad inmediata».
Cada sesión combina estimulación muscular y corrección personalizada. El objetivo es redibujar el óvalo facial, elevar párpados, suavizar arrugas y activar las células para ralentizar el envejecimiento. «No es un tratamiento hidratante, es un tratamiento para reafirmar, iluminar y devolverle vitalidad a la piel», resume Carmona.
Además, está indicado incluso para pieles sensibles. «Regulamos la intensidad de la corriente según la sensibilidad de cada persona», señala. Eso sí, no se recomienda para personas con marcapasos, epilepsia, heridas abiertas ni mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Los resultados se notan desde la primera aplicación, pero para lograr un cambio más duradero se aconseja un plan de doce sesiones —dos bloques de seis— y una sesión de mantenimiento cada mes. El precio, en torno a los 60 euros por sesión, incluye productos de primera calidad y diagnóstico personalizado.
Este tratamiento, que nació en el ámbito médico para ayudar a personas con parálisis facial, ha evolucionado hasta convertirse en una de las propuestas más avanzadas de la estética actual. Y Ana de la Puente va un paso más allá: «Muy pronto incorporaremos una versión que combina radiofrecuencia e impulsos a través de dedales colocados en cada dedo. Es aún más profunda y con resultados espectaculares», adelanta Carmona.
Su filosofía es clara: no se trata de borrar el paso del tiempo, sino de vivirlo con una piel sana, cuidada y natural. «Arrugas vamos a tener, pero si iluminamos y fortalecemos la piel, conseguimos una belleza propia. Que te digan: “¡Qué bien tienes la piel!”, no “¿qué te has hecho?”», concluye.