Cuando en 2017 el Gobierno central lanzó una convocatoria de ayudas para el desarrollo de ciudades intermedias, O Barco de Valdeorras quedó fuera. La norma establecía que solo podían acceder a los fondos europeos municipios con más de 20.000 habitantes, dejando a un lado a capitales comarcales que, como O Barco, juegan un papel clave en sus territorios. «No tenía sentido. O Barco es una pequeña ciudad y necesita planificar sus necesidades como tal», recuerda Alfredo García, alcalde del municipio.
Desde ese momento, comenzó una lucha que duró seis años. En cada reunión con responsables políticos del Ministerio, en cada encuentro institucional, llegando incluso a viajar a Bruselas, García insistió en la necesidad de que se tuviera en cuenta la realidad de las comarcas. «Fuimos insistentes, muy insistentes. En política hay que ser pesado, muy pesado», admite con una sonrisa. Y, finalmente, lograron su objetivo: se creó la figura de las áreas funcionales, permitiendo que municipios de más de 10.000 habitantes dentro de comarcas con al menos 20.000 pudieran optar a los fondos. «Al final nos hicieron caso y conseguimos que se reconociera la realidad de Valdeorras».
Gracias a esa persistencia, la comarca contará ahora con 10 millones de euros dentro del Plan Integral de Actuaciones, — 6 millones procedentes de los fondos y otros 4 que aportan Diputación y concellos— una inversión que modernizará infraestructuras, reforzará la movilidad sostenible y dinamizará la economía local. Pero para García, lo más importante no es solo la cifra, sino lo que representa: «Hemos logrado algo histórico. No solo para O Barco, sino para toda la comarca. Nos han reconocido como un área funcional, algo que abre la puerta a más ayudas en el futuro».
O Barco, epicentro de las actuaciones
Aunque el plan abarca toda Valdeorras, O Barco será uno de los municipios más beneficiados. Entre las actuaciones previstas, destaca la rehabilitación de la Villa de O Castro, que finalmente se financiará con estos fondos tras haber quedado fuera de otra convocatoria estatal. «Nos sale mejor así», reconoce el alcalde. También se acometerá la mejora del Malecón y una intervención crucial en el arroyo Mariñán para evitar desbordamientos.
Además, se fomentará la movilidad sostenible con un sistema de bicicletas eléctricas, con nueve puntos de recogida y conexión con otros municipios. «Vamos a marcar itinerarios que realmente sean útiles, no solo paseos bonitos, sino rutas funcionales», explica. En el barrio de San Roque, se habilitará un centro social digno, «porque el que tienen ahora no reúne las condiciones». Y como apoyo al pequeño comercio y la empresa local, se reservará un millón de euros para su modernización y digitalización.
García es consciente de que este tipo de proyectos no son fáciles de gestionar. «Mover 10 millones de euros no es poca cosa para un concello como el nuestro», dice. Por eso, optaron por que la Diputación asumiera la tramitación. «Así la gestión es más sencilla y, además, conseguimos que en lugar de un 60%-40% en la financiación, pase a ser un 80%-20%. Eso significa que el esfuerzo para O Barco y los demás concellos será mucho menor».
El alcalde insiste en que este plan es solo un paso más dentro de una estrategia más amplia para revitalizar Valdeorras. «Ahora hay que ejecutarlo bien y demostrar que sabemos hacer las cosas», concluye. A finales de año se sabrá si el proyecto queda definitivamente aprobado, pero García lo tiene claro: «Hemos luchado mucho para llegar hasta aquí y no vamos a dejar que esto se quede en papel mojado».
Puedes escuchar aquí la entrevista completa
