La mañana del 26 de abril quedó marcada por la celebración de la XVIII Festa do Cordeiro en Larouco, un evento que cada año reúne a numerosos visitantes de toda la comarca en una jornada llena de tradición, alegría y buen comer. Contó con la presencia de importantes autoridades que acompañaron a la alcaldesa Patricia Lamela, entre ellas el presidente provincial Luis Menor, el delegado territorial Manuel Pardo y el director de la Axencia Galega de Calidade Alimentaria, Martín Alemparte. También se sumaron otros alcaldes de la Comarca, demostrando el interés y apoyo hacia esta celebración tan arraigada en la localidad.

La inauguración oficial de la jornada fue con un torneo de petanca en las recién construidas pistas del pueblo, un momento que sirvió para poner en marcha una actividad que cuenta con un gran numero de aficionados. Participaron en el torneo el Club Petanca Barco, el Club Petanca Rúa y, por supuesto, los anfitriones, el Club Petanca Larouco. Durante casi cuatro horas, los jugadores demostraron su destreza en un torneo muy reñido, donde la competencia fue intensa y emocionante. Finalmente, los ganadores fueron la tripleta formada por Raúl, Berto y Manolo, del Club de A Rúa, y en segundo lugar, Mario, Pedro y Manolo, del Club de Larouco. La mañana estuvo acompañada por la música en vivo del grupo Algarabía, que puso ritmo y alegría en las calles, creando un ambiente festivo que invitaba a disfrutar.

Al mediodía, a las 14.00 horas, las puertas del pabellón polideportivo se abrieron para recibir a los comensales. La decoración del lugar fue especialmente cuidada, con un toque muy acorde a la celebración: el pabellón estaba adornado con ovejas hechas a mano con lana, un hermoso trabajo realizado por las mujeres de Larouco que participaron en un curso de crochet. La atención y el agradecimiento de la alcaldesa fueron evidentes en su breve intervención, donde expresó su gratitud por la presencia de todos y destacó que cada año la fiesta sigue creciendo en número. Este año, la celebración reunió a aproximadamente 750 personas. También quiso agradecer la implicación de los trabajadores del Concello, y en particular a Fran, quien ha soportado mis locuras, como ir en pleno mes de febrero a cortas los árboles cubiertos de helada que hoy forman parte de la decoración.

Durante la comida, los asistentes disfrutaron de entremeses, empanada, cordero con patatas y ensalada, además de postres y café, en un ambiente cálido y familiar. La alegría se vio reflejada en los pequeños detalles, como cuando Patricia mandó mirar debajo de los platos, donde en algunos de los cuales había obsequios para los comensales. Este acto añadió un toque especial y de gran sorpresa para todos los asistentes al evento, haciendo que todos se sintieran aún más parte de esta celebración que, con el paso de los años, ha dejado de ser solo una fiesta familiar para convertirse en una referencia gastronómica.