Las puertas de los centros de Valdeorras se encontraban abarrotadas a primera hora de la mañana por alumnos, padres, madres, abuelos y profesores
Reencuentros con amigos y profesores; ilusión y nervios por lo nuevo; y también alguna lágrima al despedirse de sus padres. Eso es lo que se vivió esta mañana de miércoles 11 de septiembre en los colegios de Valdeorras.
Las filas estaban llenas de alboroto, risas, gritos de alegría y algún que otro bostezo. Y es que no es fácil volver a madrugar después de los meses de verano, donde lo más importante ha sido jugar, ir de vacaciones o a la piscina.
Y entre las madres y padres, opiniones encontradas. Algunos estaban deseando recuperar la rutina, mientras que otros aseguran tener mucha pena.