La vendimia en Valdeorras podría adelantarse al 28 de agosto si se mantiene el calor
Con las vides en plena maduración y un tiempo marcado por temperaturas cercanas a los 40 grados, la vendimia en Valdeorras podría comenzar antes de lo habitual. Jorge Mazaira, director técnico del Consello Regulador de la Denominación de Orixe Valdeorras, estima que, si el calor persiste, algunas bodegas podrían empezar a recoger uva entre el 27 y el 28 de agosto, aunque lo más probable es que la campaña arranque en la primera semana de septiembre.
«La uva está en muy buenas condiciones, muy sana, con buena exposición y vegetación equilibrada», asegura Mazaira. Aunque en algunas zonas se observa algo menos de cantidad respecto a 2024 —año de récord—, la entrada en producción de nuevas hectáreas permitirá alcanzar una cifra similar, de entre ocho y ocho millones y medio de kilos.
Pese al calor extremo de los últimos días, el técnico recuerda que no es cierto que este tipo de temperaturas aceleren la maduración: «Por encima de cierto umbral, la planta se retrae, como hacemos nosotros cuando buscamos sombra. El proceso se ralentiza». A su juicio, un poco de humedad o una lluvia suave serían beneficiosas, aunque no se esperan precipitaciones en los próximos días.
La flavescencia dorada, en el radar
Mientras el estado sanitario de la uva es óptimo —«no hay ni botritis ni tiña», apunta Mazaira—, la flavescencia dorada continúa siendo una de las principales preocupaciones del sector. «Cada año se amplían las zonas afectadas, de ahí la importancia de formar e informar a los viticultores para detectar los síntomas a tiempo», advierte.
La alerta se ha intensificado tras la resolución publicada en el Diario Oficial de Galicia el 5 de agosto, que amplía las áreas demarcadas en Galicia, incluyendo varios municipios de la provincia de Ourense como A Arnoia, Cortegada, Gomesende, Padrenda, Pontedeva, Quintela de Leirado y Ribadavia. Mazaira destaca que la DO Valdeorras se encuentra en buena posición frente a esta amenaza gracias a la práctica inexistencia de viñas abandonadas, principal foco de propagación del vector.
La vendimia se acerca con buenas perspectivas, aunque el técnico recuerda que aún hay margen para imprevistos: «Un granizo podría ser devastador, como ya hemos visto en otras zonas del país. Crucemos los dedos».