Nuevo palo a la hostelería y el comercio: «Nos sentimos indefensos»
Desde la hostelería aseguran que los principales focos de contagio «están en los domicilios»
Hace apenas unas horas el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo anunciaba nuevas medidas más restrictivas que afectaban a toda la comarca de Valdeorras. Entre ellas, el cierre de la hostelería, que solo podrá hacer envíos y a domicilio y recogida en local. Además, todos aquellos comercios no considerados esenciales deberán bajar la verja a las 18.00 horas. Noticias que siguen haciendo mucha mella entre estos sectores.
Desde la restauración, Cristina Rodríguez, del Complejo Hostelero Paladium, explica que están intentando «afrontarlo de la manera más positiva posible, pero llega un punto en el que vemos que todas las acciones que se toman no van acordes con la lógica». Y es que defiende que tan solo el 3,5% de los contagios se están produciendo en estos locales, «pero somos los más afectados. Creo que deberían tenernos más en cuenta, porque los principales focos están en los domicilios. Nos sentimos indefensos».
Una opinión similar a la de José Luis Casas, gerente de "Dulce y Salado", quien confiesa que este medida supone un 80% en la caída de ventas. «Si va a valer para algo, bueno. Si la gente no se va a juntar en bajos y bodegas, podría estar bien. Pero es la duda que tenemos».
Desde el sector del comercio, la situación es algo más leve ya que podrán abrir sus puertas hasta las 18.00 horas. Eso sí, las medidas también han caído como un jarrón de agua fría. «Estos nos va a hacer mucho daño. Las previsiones que teníamos para inicio de febrero pueden ser penosas», confiesa Xocas Miranda. Sin embargo, su mayor preocupación pasa por la campaña de verano y es que, como explica, la mercancía comienza a llegar «y me veo como el año pasado, con la tienda llena y sin poder abrir. Además, como pasó en octubre, si la hostelería cierra, nos afecta mucho».
Y es que las perspectivas que tienen desde los negocios en estos momentos y tras estas noticias «no son buenas. Vamos de mal en peor», asegura el generente de Mussk, Serafín Cid,