jueves. 28.03.2024

Los productores aseguran que las últimas lluvias están engordando los erizos a pesar de los estragos de la avispilla

Comenzamos el mes de octubre y el otoño ya ha explotado en Valdeorras. Los árboles se ponen el traje marrón, ocre y amarillo y las hojas comienzan a caer. En definitiva, las castañas están a punto de llegar, aunque los productores todavía esperaran unos días.



Los recolectores de Valdeorras y Terras de Trives ya están preparando la campaña de recogida que esperan que comience después del Puente del Pilar, a mediados de mes. Desde la cooperativa Amarelante, en Manzaneda, Oscar Freire recuerda que normalmente en dicha zona la recogida no comenzaba hasta comienzos de noviembre. «Pero calculamos que desde el día 15 comience a caer», destacó.

En la misma línea se manifestaron desde Castañas Barredo, Francisco Barredo reconoció que ya había algún fruto de la campaña más temprana pero que la verdadera cosecha no comenzará hasta mediados de presente mes. «Ha venido el tiempo frio y eso cambia la maduración», explicó.

Lo cierto es que, los productores, no tienen grandes esperanzas puestas en el resultado de esta campaña aunque las últimas lluvias caídas están haciendo engordar el erizo. Y es que sería necesario remontar el varapalo que sufrieron la pasada campaña en la que los problemas en el cuajado del fruto se tradujeron en una merma del 50% de la cosecha.

En principio la campaña debería ser normal debido a la humedad del verano y la lluvia ha caído en septiembre. El único factor disonante sería la incidencia de la plaga de la avispilla en los sotos que se da tanto en Valdeorras como en Trives. «Esperamos una reducción de la producción debido a la avispilla que ha tenido mucha incidencia», destacó Barredo.

Desde Amarelante se posicionan como «moderadamente optimistas» en vistas de cómo estaba siendo la temporada. «No va a ser una gran campaña, pero dentro de la incidencia de la avispilla, tenemos que esperar si todos los erizos están llenos porque están bastante en la punta», destacó. «Dependemos de cuándo empiece a caer», concluyó.

Respecto a las consecuencias de la crisis sanitaria derivada de la COVID en la campaña de recogida, desde Amarelante aseguran que para ellos no tendrán consecuencias. «Como somos una cooperativa solo trabajamos los socios así que no nos influye», detalló Freire.



Sí le influye a Castañas Barredo donde aseguran que cambiará la forma de trabajar de los almacenes. «Exigen un protocolo de actuación en los centros de trabajos: los grupos serán más pequeños, contrataremos a las mismas personas que el año pasado pero con distintos turnos», reconoció Barredo quien señaló que serán menos agiles porque no pueden tener a todo el personal disponible, sino organizarlo en grupos.

Los productores de castaña esperan comenzar la recogida a mediados de mes