viernes. 29.03.2024

Las gasolineras llevan al pie del cañón desde el inicio del estado de alarma, pese a que el tráfico de automóviles se haya reducido al mínimo así como sus ventas

Su labor durante el confinamiento domiciliario tal vez sea una de las que ha pasado más desapercibida. Son los empleados de las estaciones de servicio, que han seguido acudiendo, día tras día, a su puesto de trabajo. Debido a que, durante semanas, nadie podía salir ni utilizar sus vehículos, muchos no se han percatado de que ellos han seguido suministrando combustible y otros productos durante estos días, a pesar del descenso de ventas.

Ese es el caso de Salustiano González Vizcaya, «Titín», quien regenta la Estación de Servicio González Suárez – Cepsa ubicada en O Barco, en la calle Manuel Quiroga. Asegura que en sus más de 20 años al frente de la empresa; su padre la fundó hace más de 60; «nunca había vivido una situación como esta, y como experiencia ya está bien. Espero no volver a vivirla» bromea esperanzado.  

Señala que han estado abiertos 24 horas para dar servicio, pero que sus ventas han bajado un 75%. «Los fines de semana no ha habido nada y durante la semana solo los repartidores», indica. Durante ese tiempo ha abierto los baños cuando éstos los necesitaban, «después de cada uso los desinfectábamos» añade. Ahora, con la recuperación progresiva del trabajo en las canteras comienza a normalizarse la situación.

Eso sí, tanto ahora como desde que comenzó el estado de alarma, los empleados han atendido con medidas de seguridad como portar mascarillas y guantes. Además han instalado pantallas de metacrilato para evitar, lo máximo posible, el contacto. «Es un trabajo tedioso porque tenemos que tener constantemente las mascarillas y limpiar las máquinas de manera continua», advierte detallando que también han cerrado los lavaderos. «Vamos adaptándonos a lo que va dictando la ley; estamos a la espera de las novedades», afirma.

Esa falta de consumo y de demanda ha llevado a una bajada en el precio tanto de la gasolina como del gasoil, que se sitúan a menos de un euro. «No hay consumo y las petroleras tienen mucho almacenado», explica Titín quien advierte que una de las cosas que suelen ocurrir cuando se desploman los precios del petróleo es que esa rebaja; el barril ronda los 20 dólares ahora; no se traduce en las estaciones de servicio. «Más del 60% del precio corresponde a impuestos», expone.

Titín al frente de su gasolinera en O Barco

Esto se debe a múltiples factores que exponen en este artículo del 21 de abril en 'Expansión', en el que comentan que el precio del petróleo Brent (el que marca los precios de referencia en los mercados europeos) se reduce «más del 60% este año pero en las gasolineras sólo se aprecia una bajada del 16%».

Sin duda, tiempos crudos para otro sector más que continua adaptándose

para poder capear el temporal de la mejor manera posible.

«Las ventas han caído un 75%»