viernes. 29.03.2024

El castaño está en peligro tras un año de lluvias que

favorecen la floración

Las buenas temperaturas y la lluvia caída durante este año están provocando que los castaños de la comarca de Valdeorras estén floreciendo y auguren una buena campaña. Sin embargo, la cosecha corre peligro debido a la aparición de la avispilla del castaño que, en este año, ha poblado la gran mayoría de los sotos de la comarca.

Así lo ha asegurado Francisco Barredo propietario de la barquense Castañas Barredo y miembro del Consello Regulador de la Indicación Xeográfica Castaña de Galicia, quien estimó que, en este 2020, la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) llegue al punto más alto de aparición en la comarca y que después comience a bajar tras la decisión de la Xunta de Galicia de realizar sueltas de las sueltas de Torymus Sinensis.

Tal y como explico Barredo, la avispilla ya ha aparecido en castaños ubicados en la zona de O Bolo, Carballeda, Rubiá y Viana por lo que afectará a la gran mayoría de sotos de la comarca, «Es un parasito minúsculo, hermafrodita que pone hasta 200 huevos por individuo», detalló señalando que de esta forma ahoga el árbol que sufre e impide que dé fruto. «Nunca se había visto como este año», alertó.

La razón de su proliferación es la falta de un depredador, «en China sí lo había». Ahora la administración gallega ya está realizando sueltas programadas de Torymus Sinensis para acabar con la plaga. Cabe recordar que la Xunta advirtió que para asegurar la supervivencia de los parásitos soltados del Torymus sinensis, y que se pueda asentar su población, es muy importante no emplear insecticidas para la erradicación de la avispilla, porque aunque no entra en la bugalla, sí que puede afectar a los parásitos naturales de la avispa del castaño e incluso al propio Torymus. Tampoco se deben eliminar nunca las bugallas secas, porque es donde permanece el parásito hasta su emergencia en la siguiente primavera. Finalmente, es preciso evitar los desbroces cerca de los castaños en primavera, ya que los Torymus se alimentan del néctar de las flores del soto, mientras se aparean y ponen los huevos en las bugallas frescas.

Por el contrario, se pueden podar los castaños pero no quemar o eliminar los residuos, ya que el Torymus puede vivir dos años dentro de las bugallas secas, antes de emerger para parasitar bugallas frescas. Además, se recomienda regar durante el verano para prolongar el período de crecimiento de brotes nuevos, así estos quedan fuera del período de puesta de la avispa, así como de abonar para incrementar el vigor de los árboles y que puedan resistir mejor el ataque de la plaga.

Respecto a la crisis sanitaria derivada de la COVID-19, Barredo ha detallado que no ha afectado en gran medida a los productores de castañas puesto que no estaban en campaña. «Pero si vuelve en otoño, como han anunciado, es la época en que estamos recogiendo por lo que hay si podemos tener problemas», ha advertido.

La avispilla del castaño pone en peligro los sotos