La crisis de suministro libra a las bodegas de Valdeorras

La alerta de las bodegas españolas ante la falta de botellas para el vino no ha afectado, al menos por el momento a las bodegas de la comarca de Valdeorras. Al menos así lo han manifestado dichas empresas quienes señalan que, por el momento, están siendo surtidos con normalidad tanto de vidrio como de corchos, así como elementos de etiquetado o cartón.

En esta línea, Inma López de Bodegas Ruchel asegura que por ahora no han tenido ningún problema, misma respuesta de Alfredo Vázquez, director comercial de Bodega Cooperativa Jesús Nazareno de O Barco.

Por su parte, María Jesús Álvarez de Adegas Santa Marta asevera que no han tenido problema. “De hecho hace poco hicimos un pedido de botellas y nos llegaron antes del tiempo estimado”, destaca. Álvarez detalla que normalmente sufren este problema antes de la cosecha, cuando se embotella en el mes de agosto. “Ahora no hemos tenido ningún problema ni los proveedores nos han advertido. No sé si de cara a Navidad puede cambiar esta realidad”, señala.

Desde la Denominación de Origen Valdeorras, la respuesta es la misma. “Los productores no han manifestado ninguna preocupación”, destaca.

Así Valdeorras se está librando de este problema que si afecta a otros puntos del territorio nacional. Y es que el confinamiento supuso un parón en la producción, pero no a la uva, ni al vino. Así, ahora la demanda de vidrio es mayor que la oferta, aunque los fabricantes aseguran trabajar día y noche. "Hay uva, lo que no hay es vidrio para las botellas", ilustran desde la Federación Española del Vino (FEV). Según explica su director general, José Luis Benítez, desde septiembre algunas están teniendo dificultades para la reposición de stock por estos motivos. Por su parte, desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio esperan que sea transitorio.

Esta crisis puede afectar también al sector de hostelería. No solo si se produce una falta de abastecimiento de vino sino también por las crisis en el sector del transporte. Así, la escasez de acero produce un menor número de contenedores para los barcos. Además, el cartón es ahora un 30% más caro, por lo que encarece el empaquetado de los productos.