Kissy Torres: «Salimos de la zona de confort a la hora de competir»

Kissy Torres: «Salimos de la zona de confort a la que solemos estar acostumbrados a competir»

La palista barquense logró un oro, una plata y un bronce en distintas modalidades en el campeonato celebrado en Bulgaria

 

Tras un fin de semana lleno de emociones, Kissy Torres, regresó a O Barco con tres medallas debajo del brazo desde Bulgaria. A pesar de ya haber competido en otras ocasiones fuera de España, esta fue más «novedosa y distinta, salimos de la zona de confort en la que nosotros estamos acostumbrados a competir», relata. 

SOMOS COMARCA: ¿Cómo te sentiste en este campeonato?

KISSY TORRES: He de reconocer que el primer día que llegamos fue una sensación muy novedosa, muy distinta. He salido un poco de la zona de confort en la que nosotros estamos acostumbrados a competir, que es más las travesías, el maratón, que es distancia larga.

La velocidad era un reto que teníamos siempre más marcado y algo más difícil para nosotros. Es cierto que este año lo trabajamos bastante, sobre todo, en el K2 mixto. Nos sorprendió mucho el vernos en un desplazamiento tan largo, con una logística bastante complicada, y, sobre todo, el tema climatológico. Era horrible el calor que teníamos. Entonces tuvimos que adaptarnos al clima, al sitio y a las distancias.

SC: ¿Cuáles fueron las medallas que obtuviste? 

KT: Las distancias en las que competimos eran 500 metros y 200 metros. Entonces, yo competí en el K2 Mixto 500, en el K4 mixto 500 y en el K2 mixto 200 metros, que eran las posibilidades que había. 

SC: ¿La competición fue de viernes a domingo?

KT: El viernes fueron todas las clasificatorias, el sábado era la distancia de 500 y el domingo 200. La más difícil para nosotros, lógicamente, fue la de 200. 

SC: Supongo que has tenido que ir antes para adaptarte a todo, ¿no?

KT: La adaptación horaria, el primer día llegamos cadáver. Sí que llegamos con días de antelación, sobre todo, para recoger los barcos porque eran alquilados, había que adaptar nuestros asientos y probarlos. El trato también fue exquisito, que lo hemos de decir, tuvieron mucha previsión con el calor, pusieron mangueras, duchas en la calle y daban constantemente agua fría.