El deporte de orientación tiene una cita especial en Valdeorras. El Club OUR-O, joven pero con grandes aspiraciones, ha organizado tres jornadas de puertas abiertas en las que invita a los niños y niñas a descubrir esta disciplina única. La primera actividad tendrá lugar este domingo a las 16:00 horas en el Jardín Botánico, junto a las piscinas municipales de O Barco.
Pablo Aller, uno de los fundadores del club, explica que estas jornadas están diseñadas para que los más pequeños se diviertan mientras desarrollan habilidades clave. «La mejor manera de aprender siempre es jugando. Los niños trabajan su movilidad, orientación y pensamiento lógico, mientras se enfrentan a pequeños retos como decidir si deben girar a la derecha o la izquierda, subir o bajar», comenta.
La orientación no solo es un deporte físico, también potencia la capacidad de observación, la independencia y la toma de decisiones. «En un mundo cada vez más mecanizado, estas actividades ayudan a que los niños se paren a pensar y sepan por qué hacen lo que hacen. Es emotivo verlos aprender y disfrutar al mismo tiempo», añade Aller.
Las jornadas están dirigidas a niños a partir de los 8 o 9 años, una edad en la que pueden comenzar a desenvolverse de manera autónoma. Además de la cita en el Jardín Botánico, habrá otras dos actividades: el 8 de febrero en el pabellón O Aguillón de A Rúa y en mayo en El Salgueiral
Estas jornadas, explica Aller, también están vinculadas a la Liga Escolar, por lo que los colegios de la comarca tamién realizan una labor de difusión. «Estamos muy agradecidos por el compromiso de los padres, los ayuntamientos y los colegios. Gracias a su apoyo, podemos organizar estas actividades y acercar este deporte a más niños», destaca Aller.
El Club OUR-O, que aún está dando sus primeros pasos, también organiza entrenamientos mensuales en entornos naturales. Su objetivo es que los niños pasen progresivamente de trabajar en parques a desenvolverse en espacios abiertos y desconocidos. «Es fundamental que aprendan a orientarse y a ser independientes, pero siempre de forma gradual y adaptada a sus capacidades», explica Aller.
