El IEV presenta un libro un libro sobre un proyecto de Antonio Palacios
El Instituto de Estudios Valdeorreses apoyaba, en la tarde noche del 17 de febrero, la presentación del libro "Plaza de San Martín, en Ourense. Del proyecto de Antonio Palacios a la actualidad", cuyo autor es el periodista e investigador Jesús Manuel García Díaz. En esta investigación académica, editada por le Grupo Marcelo Macías del Museo Arqueolóxico de Ourense, se ha recuperado el proyecto de una resolución de entorno monumental nunca construido, del arquitecto Antonio Palacios Ramilo, natural de Porriño.
En la presentación estuvo también Isidro García Tato, científico titular del CSIC y Doctor en Teología y Filosofía, quien repasó la trayectoria profesional y la ligazón a Valdeorras de Jesús Manuel García, tanto familiar como profesionalmente. García Tato hizo alarde de su amistad con el autor de la obra, comenzando la presentación con, "debo expresar a miña alegría e satisfacción por atoparme de novo, despois de moitos anos co meu amigo Suso, nun acto académico coma iste". Tato, no quiso dejar de recordar a los presentes la pasión por la historia y el amor al periodismo de Jesús Manuel.
En esta investigación académica se ha recuperado el proyecto de una resolución de entorno monumental nunca construido, del arquitecto Antonio Palacios Ramilo, natural de O Porriño y conocido como el Constructor de Madrid. Palacios dejó sobre el papel las trazas de una plaza monumental para permitir el acceso a la Catedral de Ourense por su fachada occidental.
Esta aventura se inició en el año 1926 cuando se inició en el urbanismo, cuando el nuevo obispo, Florencio Cerviño, quiso dotar a la fachada occidental de la catedral de un solemne espacio.
La investigación pone en manos del lector un texto profusamente documentado en más de 600 notas a pie de página, para tener la visión más completa del objeto a estudiar. En él se muestran con detalle las diversas soluciones urbanísticas para dotar a la catedral de un espacio exterior que embelleciera al monumento. Del esplendor palaciano se llegó a una solución de menor calado.