viernes. 29.03.2024

Alejandro M.Gallo es el autor de Franco debe morir, la novela que hablar sobre intento de atentado contra el dictador durante su viaje para inaugurar la central térmica de Compostilla, aborda otros sucesos de la posguerra, como la huida de la valdeorresa Antonia y o la de El Gafas, por la costa de Lugo hasta Luanco.

SOMOS COMARCA: ¿De qué trata la novela Franco debe morir?

ALEJANDRO M. GALLO: Trata de la huida de varios guerrilleros; entre ellos de Marcelino El Gafas, de Antonia y de algunos más. Yo había escrito, en 2009, Operación Exterminio que narraba la lucha guerrillera antifranquista hasta la primavera de 1948. Terminaba esa novela con los hechos de la emboscada, del 28 de enero, a la guerrilla asturiana. En esa emboscada mataron a 28 guerrilleros pero me faltaba todo el periodo posterior. Es un periodo que iba a narrar cuando Indalecio Prieto fleta un barco desde el puerto asturiano de Luanco para que los guerrilleros que quisieran (fueron los socialistas) marcharan al exilio.

A partir de ahí, solo quedan en las montañas los irreductibles. Con lo que los dos momentos posteriores son la visita de Franco a Ponferrada con la inauguración de la Térmica y el intento de atentado por parte de los guerrilleros y el fin de la propia guerrilla.

SC: La tentativa de atentado a Franco forma parte de esos hechos que no eran conocidos

AMG: Había referencias en la prensa norteamericana. Después el último guerrillero que falleció, Kiko conto, por ejemplo en una mesa redonda aquí en Asturias, que cuando Franco fue a inaugurar la Térmica, su partida no se atrevió porque Franco se movía rodeado de la Guardia Civil e incluso con miembros del Ejército. Es una de las tentativas de atentado a Franco que se guardaron en un cajón pero los que más podían haber finalizado con éxito son los que desarrollo la Falange; porque tenían posibilidad de acercarse al dictador.

SC: La guerrilla de Asturias estaba vinculada a la de Valdeorras y El Bierzo

AMG: Nunca existió un ejército astur leonés pero sí que hubo guerrilleros de Asturias que estuvieron en la zona de Valdeorras.

SC: ¿Cómo surge tu necesidad de contar estos hechos?

AMG: Yo vine a Asturias hace 24 años y me encontré un desierto respecto al conocimiento de la guerrilla antifranquista; algo que no pasaba en León donde Secundino Serrano y Julio Llamazares ya lo habían estudiado. Como aquí no se había investigado me puse a ello. Ahora sí que hay estudios serios y rigurosos sobre la guerrilla. Yo no lo podía entender porque, con la importancia que tuvo la guerrilla antifranquista asturiana, no se había estudiado sobre ello. Parecía que era una especie de pugna entre el partido socialista y comunista.

SC: Esta labor de investigación y escritura la compaginas con tu trabajo de jefe de la policía local de Gijón

AMG: Sí, es mi trabajo y la novela mi afición. Tengo una profesión muy absorbente y necesito un hobbies absorbente que sea mi catarsis.

SC: ¿Queda algo que contar?

AMG: Sí, siempre queda. La universidad de Oviedo, a través del departamento de Historia Contemporánea, ha creado un archivo de voces. Esto consiste en gente que conoce lo qué paso, pero que no lo va a escribir. Desde hace años, los profesores recopilan ese archivo de voces de la clandestinidad y tienen ya más de 2.000 horas grabadas.

SC: ¿Ya está trabajando en una nueva novela?

AMG: Sí, Franco debe morir ya la tenía entrega a primeros de año. Yo, ya me puse con una nueva novela en ese momento. Aparte de estas novelas de la guerrilla; yo tengo dos personajes que son el Inspector DaCosta y el comisario Borgoño que es internacional porque se ha traducido a otros idiomas. El primero de ellos será quien vuelva a vivir una nueva aventura.

El intento de atentado a Franco al lado de Valdeorras