sábado. 20.04.2024

La directora del Centro de Día O Salgueiral nos da diversas claves para nuestros mayores en la desescalada

Han sido 7 semanas, un total de 49 días y un largo confinamiento lo que han vivido los valdeorreses, quienes ahora tienen un pequeño alivio en forma de paseos a partir de este 2 de mayo.

Un colectivo que lo ha sufrido algo más es el de la gente mayor, muchos acostumbrados a una rutina que para muchos implicaba el salir a pasear con sus amigos o acudir a un Centro de Día.

Patricia López es la directora del Centro de Día O Salgueiral, situado en la calle homónima de O Barco de Valdeorras, López afirma que los horarios establecidos para los mayores son suficientes aunque no lo parezca: «Esa media hora, una hora la veo suficiente, lo ideal sería salir un rato por la mañana y otro por la tarde. Al fin al cabo es una gente que no tiene la misma vida que nosotros que no paramos en todo el día. O vienen al centro o realmente no están todo el día en la calle».

Lo más importante para la gente dependiente, aunque es extrapolable a todos los sectores, es mantener una rutina. Para nuestros mayores en este caso habría que adaptarla a sus capacidades.

Así, López cree que es superimportante identificar entre semana y fin de semana para que no pierdan la percepción del tiempo. Por la mañana una de las claves es levantarse a la misma hora: «Si antes te levantabas a las 10 pues ahora puedes levantarte a las 10:30, pero siempre manteniéndose en la misma franja horaria. La gente con Alzheimer tiene los espacios cambiados y para ellos la rutina le hace todo más fácil».

Después llega el momento de realizar una higiene matutina que consista en lavarse cara, las manos o ir al baño. Desayunar y después realizar otra higiene personal de manos -esto es muy importante- y de dientes.

Según avance la mañana se pueden realizar ejercicios de actividad cognitiva adaptada a las capacidades de la persona, como puede ser jugar a un juego de mesa. También pueden ayudar en las actividades domésticas dentro de sus capacidades para que sean partícipes de la rutina diaria.

A media mañana llegaría el tiempo de un tentempié, que beban agua y tomar fruta es importante dentro de las actividades diarias. Según acaben de beber y comer, dentro de las posibilidades de la vivienda pueden salir a la terraza o balcón si se tiene, o incluso a un jardín para realizar actividades como puede ser observar los vehículos que pasan por la calle o identificar colores, cosas pequeñas pero que sirvan para lograr objetivos.

Según se acerque la hora de la comida pueden ayudar al cuidador a preparar los alimentos o poner la mesa: «Una persona con Alzheimer, dependiendo de su grado, puede realizar este tipo de tareas sencillas».

Tras esto los mayores pueden echarse una siesta corta, de media hora o 60 minutos, en su defecto también pueden ver un poco la tele. actividades que ayudan a desconectar tanto a la persona como a su cuidador. Tras esto se puede volver al balcón y realizar una nueva tarea de estimulación. Antes de la merienda es recomendable realizar un poco de actividad física, adaptada a ellos como pueden ser estiramientos, ejercicios suaves en definitiva, o escuchar un poco de música de su época para reforzar la memoria.

Llega el momento de la merienda donde el agua y la fruta vuelven a ser básicos en su dieta. Tras esto se pueden realizar actividades como regar las plantas, antes de ducharse y enfilar el final del día con actividades como pueden ser el ayudar a preparar la cena.

La tele puede ser una de las últimas actividades del día antes de lavarse los dientes y meterse en cama: «El día a día de una persona así es complicado, pero de estar en casa si mantienes este tipo de actividad va a venir bien para la persona mayor como para el propio cuidador».

La directora del Centro de Día destaca que bastantes usuarios lo pasaron mal durante la primera semana al ver que no podían acudir al centro donde pasaban sus tardes, y afirman que el deterioro tras el confinamiento se va a notar, aunque buscando el lado positivo esta época desde la parte profesional puede ayudar a que la gente se de cuenta que a los mayores no se les puede aislar: «Tengo la esperanza de que la gente entienda que a la gente mayor no se le puede aislar y hay que estimularla, porque si no es como un mueble. Llevamos un año con el Centro abierto y los usuarios se le ha notado muchísimo la mejoría. Que la gente pida ayuda, acudir a un Centro de Día es un acto social, están compartiendo con gente de su edad, su vida, sus experiencias, en comunidad».

Diversos estudios destacan que los mayores se pasan unas 7 horas al día de media viendo la televisión, entre lo que destacan muchos noticiarios, para López esta actividad debe reducirse al mínimo o simplemente desaparecer, y en caso de ver la tele que sea con películas o programas amables que no hablen todo el día del Coronavirus, ya que por ejemplo una persona con Alzheimer no asocia los datos, pero si que puede notar a través de las imágenes que hay una situación adversa.

Una rutina, clave para nuestros mayores