La salida a la calle de los niños se debe manejar «con mucho equilibrio»
Mirta Valsechi nos da diferentes pautas relacionadas con el estado de alarma que estamos viviendo a nivel psicológico incluyendo a los niños
Nos encontramos viviendo una situación excepcional. El confinamiento comienza a pesar para todos, incluídos los niños, y el coronavirus continúa ocupando toda la información que recibimos.
Esta pandemia supondrá también un reto para nuestra mente, que tiene que aprender a adaptarse ante las circunstancias, una crisis sin precedentes pero donde es una labor de todos el poder enfrentarla, así lo afirma Mirta Valsechi "Vicky" en declaraciones para este medio.
Vicky destacó que esta es una situación nueva para toda la población: «Es una situación novedosa, que no hemos vivido nunca y a la cual nos estamos adaptando. Entonces esto supone un cambio en nuestros hábitos, nuestra rutina y es cierto que necesita un tiempo para amoldarse, es una circunstancia que cada vez nos la van alargando más».
Afirmando que es habitual que haya cambios en el estado de ánimo de las personas: «Estar muchos días encerrados en casa puede hacer que nuestro estado de ánimo varíe y que incremente las posibilidades de sufrir ansiedad, insomnio o depresión. Nuestras costumbres se ven alteradas como pueden ser el horario de sueño, alimentación, rutinas cotidianas o incluso salir a la calle a hacer la compra es un cambio de vida al que no estamos acostumbrados, prácticamente nos vestimos como si fuéramos a un quirófano»
Destacando también que en diversos momentos nos podemos sentir más optimistas con más energías y en otros cansados: «A lo mejor el salir a la calle para ir al supermercado significa un estado de tensión. Evidentemente todas estas costumbres que tenemos ir adquiriendo día a día nos genera un gasto de energía y como es lógico, disparadores de pensamientos negativos. Tenemos que aprender a convivir con ellos y a protegernos de esta situación de estrés que estamos viviendo. Debemos apoyarnos en situaciones adversas que hayamos vivido y que hemos superado».
Respecto a la salida de los niños Vicky afirma que se debe tener todo bien calculado, ya que pueden ser portadores potenciales del virus: «Esto hay que manejarlo con mucho equilibrio, hay que hacerlo con muchísimo cuidado. Los niños tienen mucha capacidad de adaptación, que sirve como forma de protección. Los niños pequeños -2, 3, 4 años- están con sus padres o hermanos, que son su figura de seguridad. Es inevitable que tengan actos de irritabilidad, mal comportamiento o desanimo, es normal. Es importante atender al desarrollo cognitivo y que cada edad va a tener una evolución diferente con distintas necesidades».
Para ello Valsechi nos dio diferentes pautas:
- 2-3 años. Ellos no pueden canalizar toda la energía ya que no pueden ir al parque o jugar al balón. Por ende necesitará necesidades a nivel psicomotriz, aunque no tendrá tantas carencias a nivel social. Se pueden realizar juegos o ejercicios más físicos, donde se utilice más el cuerpo.
- 8-9 años. Comienzan a aparecer sentimientos de pertenencia grupal, donde los iguales son importantes. Se recomienda facilitar herramientas y recursos para contactar con sus iguales, por ejemplo jugar a la PlayStation ya que es ahí -a través del modo online- donde pueden interactuar con sus amigos.
- 12-15 años. Se acentúa la pertenencia grupal, la identidad personal se construye a través de la identidad grupal siendo las amistades esenciales para su desarrollo. En esta época es necesario comenzar a diferenciarse de la familia, tener intimidad y autonomía.
Vicky destaca que es importante, en todos los rangos de edad tanto en la etapa infantil como en la adolescencia, edad adulta o tercera edad el mantener una rutina diaria.
Especificando en las edades más tempranas, es importante no hacer deberes todo el tiempo durante el fin de semana, aflojando la presión en las tareas y permitirles levantarse algo más tarde de lo habitual, siendo además un buen momento para aprender valores positivos o desarrollar empatías en diferentes actividades como por ejemplo al salir a aplaudir al balcón a las 20 horas.
Toda esta situación también es novedosa para los padres de los infantes, ellos muchas veces se sienten agobiados ante esta nueva situación, pero según destacó Valsechi es importante que tengan tiempo para sí mismos: «Muchas veces priorizamos actividades para los niños o para la familia en general. Debemos tener tiempo para poder desconectar, relajarnos, hacer actividades en las que estemos solos por ejemplo leer o escuchar música. Cada uno que haga lo que le guste con tal de relajar el nivel de espectativas y ocupar el tiempo con obligaciones. Hay que tener paciencia y si se pierde no debemos culparnos ya que es comprensible con la situación que estamos viviendo».
El colectivo más vulnerable ante el COVID-19 es la tercera edad, para ellos es importante elaborar estrategias para llevar el confinamiento como puede ser el tenerlos activos a nivel físico y cognitivo, ya que el sedentarismo es el enemigo silencioso y perjudicial de este grupo de personas.
De hecho esta falta de movimiento agrava el riesgo cardíaco, acelera la degeneración cognitiva agrava la diabetes e hipertension. Es importante trabajar sobre el sedentarismo en función de cada caso.
Se pueden realizar ejercicios sencillos como pueden ser estiramientos, también es importante levantarse a sus hora habitual, caminar en casa o hacer dieta saludable de acuerdo a sus patologías.
Para este colectivo es fundamental el papel de los cuidadores a la ahora de cuidar a gente que tenga por ejemplo algo de demencia. Se deben hacer actividades físicas y cognitivas dentro de las posibilidades de cada persona y mantener la calma, ya que puede haber personas más nerviosas o ansiosas siempre manteniendo un planning.
Mirar fotos, escuchar música de su época o pintar son actividades que se pueden realizar. También contactar con ellos, ver a sus nietos o al resto familia aprovechando las nuevas tecnologías o hablando por teléfono, siendo importante no hablar todo el rato en las llamadas de temas como el coronavirus.
Mensaje final
Por último Valsechi, envía un mensaje de ánimo y esperanza a todos los valdeorreses: «Es un momento donde vamos a sacar fuerzas, que si las tenemos y veremos la capacidad de resistencia que tenemos cada uno, esto es algo que lo hacemos todos juntos. No es algo que nos toque de forma individual, estamos aprendiendo nuevas estrategias de enfrentamiento y estamos todos a ello, no nos queda otra, tenemos que tener paciencia, ser fuertes, creativos y permitirnos a veces no estar siempre en el mejor estado emocional».