jueves. 28.03.2024

El invierno gallego se cierra con una temperatura media con un valor de 8.1º C, que deja una anomalía de -0.4ºC; y que se puede considerar normal para esta época.

En las zonas del alta montaña ourensana, como Cabeza de Manzaneda o Peña Trevinca, se alcanzaron los valores más bajos de temperatura este invierno, según la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Cruz Herrera, que presentó en rueda de prensa el balance climatológico correspondiente a la estación, que fue definida como muy húmeda y normal, en cuanto a la temperatura. En estas zonas, los valores medios del termómetro se movieron entre 1 ºC y los 6 ºC.

Respecto a la precipitación total acumulada en invierno 2017-2018 también Ourense registró los valores más bajos. La comarca de Valdeorras estuvo entorno a los 200 L/ m2. El valor medio de precipitación para el conjunto de Galicia fue de 573 L/ m2.

En este sentido, la responsable de Calidad Ambiental y Cambio Climático indicó que la estación de invierno -en cuanto las temperaturas máximas- fue fría, con una anomalía de -0.6 º C; mientras que las temperaturas mínimas fueron normales para la época del año. El invierno comenzó con un mes de diciembre en el que las temperaturas fueron ligeramente frías, pero no estuvieron muy alejadas de los valores normales del período de referencia 1981-2010; y el mes de enero resultó ligeramente cálido, principalmente debido a un cierto predominio de las situaciones de sudoeste.

Finalmente, el segundo mes del año se caracterizó por el predominio de las situaciones de componente norte -en los primeros días- y la ausencia de situaciones de vientos de sudoeste, lo que provocó que las temperaturas fueran muy bajas para un mes de febrero. A la vista de los datos recogidos por las diferentes estaciones meteorológicas de la Red de Meteogalicia, febrero resultó ser el más más frío de los últimos 12 años.

Habida cuenta las precipitaciones registradas, el invierno puede considerarse húmedo, con un porcentaje de precipitación de un 19% por encima del normal para esta estación del año. El paso de borrascas con nombre propio, como Ana o Bruno, que dejaron mucha precipitación hicieron que diciembre había acabado como el mes más lluvioso del año 2017.

Al mismo tiempo, enero tuvo un comportamiento  típicamente invernal, caracterizado por el acercamiento sucesivo de borrascas que circularon por el Atlántico norte; pero habida cuenta el cómputo global de la Comunidad, la precipitación estuvo un 7% por debajo del normal para este mes.

Manzaneda y A Veiga, las zonas más frías de Galicia este invierno