viernes. 29.03.2024

Asesinatos rituales. Magia y chamanismo. Dos mujeres separadas por dieciséis mil años y unidas por las pinturas rupestres de Altamira

Un sábado más, Isabel Gavela, de Librería Praxis, nos trae la novela recomendada para esta semana, que en esta ocasión es “La pintura de bisontes rojos” de Mariano F. Urresti. Además, ha informado de la lista de los libros más vendidos en la tienda:

  1. Donde haya tinieblas, de Manuel Ríos Sanmartín
  2. Sira, de María Dueñas
  3. As mulleres Do Monte, de José Antonio Gurriarán
  4. El humor de mi vida, de Paz Padilla

"La pintura de bisontes rojos"

Como ya sabréis estas cuevas se encontraron por casualidad, por un aparcero que trabajaba para  Marcelino Sanz de Santuola, cuando su perro se coló por una grieta en una ladera de la montaña, y este  se lo mostro a su jefe, una persona aficionada a la paleontología. Al principio, esto no tuvo la mayor transcendencia, un par de años después volvió acompañado de su hija María, y fue esta la que encontró las pinturas, se dice que mientras su padre estaba en la entrada, la niña se adentró en la cueva y cuando vio los bisontes pintados dijo “mira papá, bueyes”.



Tras su descubrimiento no faltaron las voces que denunciaron que las pinturas eran falsas, al considerar que sus formas abstractas y sus reproducciones de la vida salvaje eran demasiado sofisticadas para su tiempo (están datadas en el periodo magdaleniense, hace entre 12.000 y 15.000 años).

Finalmente, un estudio francés llevado a cabo en 1902 constató su origen paleolítico.



Y con todo esto el escritor  nos sumerge en un original thriller con dos historias que le separan más de dieciséis mil años, pero que tiene un nexo común que se irá desvelando a medida que la trama avanza.

Dos sucesos de vital importancia suceden en la época actual; la aparición de los cadáveres de varios arqueólogos brutalmente mutilados encontrados en el interior de unas cuevas, cuyas pinturas rupestres han sido destruidas, y la entrada en escena de Miren, a la que empezamos conociendo como dog girl, por su capacidad para comunicarse con los perros, por un don del que deriva esta capacidad, y por su fuerte personalidad, que va a llevarla a ponerse metas muy importantes a lo largo de la historia y a conseguirlas, como el sueño de incorporarse al equipo que se dispone a realizar la réplica de las pinturas de Altamira en la Neo Cueva.

Al mismo tiempo, y en capítulos alternos, el escritor nos lleva 16000 años atrás a la época en la que fueron pintados los famosos bisontes de Altamira, y nos cuenta su amistad con una mujer de pasado que vivió en esa época,  Aia, una mujer chamán habitante de la cueva de Altamira, cuya aparición en escena dará una espectacular vuelta de tuerca a una trama intrigante que desvela el inquietante inicio de la novela.  En esta parte de la historia que comienza con Aia como una niña y su abuelo Dagda como chaman de la comunidad más importante de todas las que habitaban la zona. El era el único poseedor del secreto  de la Sangre de la tierra que perpetuaría las pinturas rituales en el tiempo. También nos cuenta como la cueva pasó de ser la cueva de la gran cierva a convertirse en la cueva de los bisontes.

El vinculo entre Miren y Aia es un hecho tan asombroso que, únicamente quienes crean en la magia lo aceptarán. Solo quienes aún no hayan perdido la capacidad de asombrarse admitirán la posibilidad de la existencia de Aia. Porque es aquí en el punto en el que volvemos a entrar en discusión. ¿Podían aceptar las tribus una mujer chamán?,  ¿Estaba esta posición limitada a los hombres? , ¿De quienes fueron las manos que pintaron los animales que aparecen en la cueva de Altamira o en otras cuevas de la misma época?,  ¿Y cual era el motivo para pintarlos?

¿Qué le contó Aia a Mirem?

Si os gustan las novelas sobre la prehistoria, a mi desde luego si, no la dejéis de leer.

Isabel Gavela recomienda "La pintora de bisontes rojos"