La labor de los voluntarios y las instituciones ayudaron a hacer un gran gallego de clubes
Agustín González, presidente del Adas quiso agradecer la labor de los voluntarios, y las instituciones para ayudar a realizar un gran Campeonato Gallego de Clubes
El Estadio Municipal de Calabagueiros fue el epicentro del atletismo gallego este sábado. Con la mirada y los pensamientos puestos en recordar a Luis Nogueira. Los mejores atletas de la autonomía realizaron grandes marcas, impropias incluso para la época. Las labores del Adas a la hora de organizar todo en apenas 15 días, los voluntarios y las instituciones hicieron posible que todo saliera de forma correcta.
Agustín González, presidente del club deportivo, confirmó que fue dura la labor de realizar las labores para llevar a cabo este evento debido a la premura para ser organizado.
Aún así agradeció la labor de todos los implicados como los que colaboraron para echar una mano ya que eran muchos los relacionados con el mundo del atletismo que no quisieron pasar la ocasión.
Tampoco quiso olvidarse de instituciones como el Concello do Barco, que debido a las restricciones de la Xunta elaboró una guía para poder acomodar a los clubes en los recintos hosteleros y hoteleros de la mejor manera posible.
A nivel deportivo el Adas acabó en la 6ª posición. Para González, la norma de la Real Federación Española de Atletismo, donde se prohíbe a un atleta con ficha federativa de otra comunidad participar en este tipo de campeonatos es una injusticia. Así atletas de fuera de la comunidad a pesar de pertenecer a la entidad no pudieron competir en Valdeorras.
Las marcas tanto para las atletas de Valdeorras como para el resto en general fueron muy buenas. Como dato, el récord gallego en la prueba de 400 metros femenina. Para el presidente de la entidad esto significa el buen tartán que hay en Calabagueiros entre otros factores, ya que es muy raro que estos registros se produzcan en abril.
El homenaje a Luis Nogueira centró el campeonato. González también detalló que fue muy emotivo ver a competir a una de sus alumnas, Mónica Yáñez en la prueba fetiche del atleta de San Vicente como era la jabalina.