Temporeros procedentes de Murcia palian la falta de personal para la vendimia
«Normalmente venían personas durante el verano a apuntarse a la vendimia pero ya el año pasado vino menos gente y este año, nadie”, así narran desde Bodegas Santa Marta como la falta de peones para la recogida de la uva se ha ido reduciendo. Tradicionalmente, este trabajo se realizaba entre familiares y amigos que acudían a echar una mano en época de recogida de la uva. Después fue mano de obra sin cualificar (estudiantes, personas en paro…) que acudían a apuntarse a las bodegas, un hecho que ya no se produce. Las razones son el riesgo de dejar de percibir las prestaciones de desempleo, que las universidades ya han dado comienzo o la demanda de mano de obra en otros sectores son algunas de las razones por las que hay menos interés.
«Nosotros nos pusimos en contacto con una empresa que manda vendimiadores desde otros puntos», explica María Jesús Álvarez, de Bodegas Santa Marta. «La diferencia es que cobran por los kilos recogidos por lo que eligen menos la uva. Antes venía sin hoja, más seleccionada», aseguran.
Esther, Fabricio o Flor son algunos de los temporeros que han llegado desde Murcia para vendimiar en Valdeorras, aunque proceden de Perú, Nicaragua y Guatemala, respectivamente. En total, la comarca está recogiendo a unos 70 temporeros —muchos de América del Sur o África—. «Hemos venido otros años y estamos muy contentos porque la experiencia es muy buena. Las personas aquí son muy hospitalarias», destacan. Ellos no solo recogen uva sino que cuando acaba esta temporada acuden a otros puntos para recoger patata, cebolla u otros productos, «en Valdeorras estamos un mes», desvelan.
Trabajan en cuadrillas, y cobran en función de los kilos recogidos por toda la cuadrilla. «Es variable, está entre 90-150 euros al día para toda la cuadrilla que está formada por unas ocho personas», relatan.
Desde la bodega Santa Marta recuerdan que no solo tienen sus viñedos sino que compran uva a personas privadas. «Valoramos la uva, la ubicación de las viñas, cómo es y la vamos controlando», afirman. «El pago no es igual para toda la uva, depende de la calidad. Tampoco es igual si la vamos a recoger nosotros que si nos la traen», destacan aunque el godello se paga desde 1,30 euros por kilo. «Después la seleccionamos. La uva de mayor calidad se destina al vino Viñaredo pero el resto va para segundas marcas», confirman.