El Sevilla se «desnudó» ante un Avenida abarrotado

Miguel Ángel Rodríguez Jiménez, El Sevilla, encandiló al público de A Rúa con un monólogo divertido y muy íntimo en el que entre risas y estereotipos, hizo «una confesión que toca ciertos temas para después hacerte reír».

Hora y media en el que desvela lo que hay dentro del cantante de los «Mojinos Escozíos»: un padre, un hijo, un abuelo, un amigo y hasta lo que cambió su vida desde que «salí en Crónicas Marcianas —el programa de medianoche más longevo y más visto de la historia de la televisión española presentado por Javier Sardá en Telecinco desde 1997 a 2005—en y mi madre paso a ser la madre del Sevilla».

Reflexiona sobre la vida misma y en tono de humor nos muestra una parte muy humana que poco tiene que ver con lo que uno se pueda imaginar., «con temas serios intentando que la gente se ría y hoy lo hemos conseguido»,  apunta en las declaraciones realizadas después del espectáculo a Somos Comarca.

Habla de «lo que nunca nadie se imagina de ti» y siempre con el público atento a cada gesto y buscando la risa aunque los temas son más serios de lo que uno pueda pensar. Se desnuda ante el espectador en temas como la soledad y la manera de ver la vida.

La popularidad la lleva muy bien, incluso cuando en un tren le preguntaron si era el Segovia, el de los Mojitos, y, es ella lo congratula. «El día que no me conozca la gente lo echaré en falta», se le pudo escuchar en el escenario. Agradeció a  un matrimonio que estaba en la sala que había venido a verle desde Betanzos, a pesar de la lejanía y las malas condiciones meteorológicas.

Dice que hay dos grupos de personas: «los que me siguen y los que me rodean». Entre los primeros están aquellos para los que es El Sevilla, los segundos son sus amigos que lo conocen como «el Cabeza», sus hijos « que me dicen papi», su madre que  le dice «Migue, Miguel Ángel o cuando se enfada tira de los do nombres», y es que en su espectáculo hubo muchas concesiones.

Una espectáculo de risas y diversión,  también de reflexión, que gustó a los que allí estaban, a decir de la gran ovación que recibió al finalizar, pero sobre todo fue una noche en la que padres y madres se sintieron muy El Sevilla.