A Rúa maneja dos posibles variantes para el tramo más inseguro del Camiño de Inverno
El Concello de A Rúa continúa en su lucha por mejorar la seguridad vial en el tramo que discurre desde el límite con Vilamartín hasta la entrada a A Rúa Vella. Un camino que usan los peregrinos, y también los vecinos, y que ha sido criticado desde diferentes entes jacobeos por la inseguridad que alberga para los caminantes.
El concello rués trabaja, desde hace meses, en varias alternativas para salvaguardar este tramo de 1,5 kilómetros de la OU-603. Según dio a conocer el alcalde, Luis Fernández Gudiña la próxima semana se reunirán con la presidenta de la Asociación del Camiño de Inverno, Asun Arias, para valorar ambas posibilidades y buscar financiación.
La primera alternativa, que lleva encima de la mesa del regidor varios meses, es ampliar la OU-603 entre San Roque y el límite de Vilamartín. “Facer un espazo parecido ao que fixeron en Vilamartín pero a nosa zona é moito máis abrupta polo que habería que elevar o paso nalgunhas partes”, explicó el regidor quien añadió que esta opción cuenta con un presupuesto de 450.000 euros. “ É necesario o permiso de Infraestruturas e de Adif para poder realizalo”, matizó Fernández Gudiña.
La segunda alternativa, que es la más reciente y económica, comenzaría al finalizar el término municipal de Vilamartín. Allí se construiría una pasarela sobre la N-120 que desembocará en la zona de las viñas de la parte izquierda de la carretera nacional. Esta opción cuenta con un presupuesto de 200.000 euros. En este caso sería Fomento quien tiene que dar autorización para realizar las obras.
Ambas soluciones cuentan con altos presupuestos por lo que el concello, una vez tomé una decisión consensuada con la Asociación del Camiño, debe buscar colaboración de diferentes entidades para poder hacer frente al gasto. “Tamén se valorará os permisos necesarios en ambos os casos dado que poden axilizarse as obras”, concluyó el regidor.
Cabe recordar que el trazado, actualmente, discurre por un vial cuya titularidad es de la Xunta y además está afectado por Adif, ya que discurre paralelo a la vía del tren. Además, no cuenta con arcén ni espacio libre.
El concello de Vilamartín, donde comienza este tramo que, en su caso es de titularidad municipal, acondicionó el pasado año el camino, por los trabajadores municipales. Una máquina trabajó en arreglar los 500 metros de paso peatonal, que permitió suplir la falta de aceras. El tramo afectado va desde el puente de San Miguel hasta el tramo de carretera que pertenece a la Xunta, en el límite con el Concello de A Rúa. Los trabajos incluyeron también la dotación de elementos de protección, ya que el camino discurre entre la carretera y la vía del tren.