Manuela Sancho, la falsa heroína enterrada en A Rúa

Aurelio Blanco Trincado: «Se atribuyó la vida de la auténtica Manuela Lunas y Sancho y trazó un argumento de película fruto de la imaginación y la picaresca»

Manuela Lunas y Sancho. Así se llamaba una heroína de Zaragoza que, durante mucho tiempo, se creyó que está enterrada en A Rúa. Sin embargo, la investigación realizada por historiadores y el propio Aurelio Blanco Trincado, presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses, llega a la conclusión de que la mujer enterrada en A Rúa es una falsa heroína que se atribuyó la identidad y gestas de la verdadera.  Llegó hasta A Rúa sin dinero, diciendo que era capitana, y que le debían seis meses de pensión. Tal vez buscaba una paga.

La historia es digna de un guión novelesco, de película. Aurelio Blanco Trincado relata que en diciembre de 1811 una mujer, vestida con un raído uniforme de capitán de la Real Artillería de España, se presentó ante el abad de San Esteban, de A Rúa.  Le expuso que era una  heroína de Zaragoza, relatando todas sus proezas. En la mano, traía su testamento. En este documento recogía sus hazañas y los hechos heroicos en los que había participado. El abad la creyó.

Imagen de Manuela y Sancho de sevillasecreta.com

Esta mujer, que fue definida por el cura de Petín y el abad de A Rúa de aquella época como una persona muy inteligente, contó que llegaba procedente del santuario de As Ermitas, de pedirle su curación, y que iba camino de Villafranca para visitar a un doctor.  Pero en muy poco tiempo falleció. Según el testamento que ella había otorgado ante notario, pedía que los actos fúnebres fueran celebrados como una auténtica heroína y que se reuniese a todos los sacerdotes de la comarca. Y así se hizo. Fue enterrada en el cementerio de A Rúa —si bien ella pedía que fuese en la iglesia— con todos los honores y con asistencia de los curas.

Aurelio Blanco Trincado, después de mucho indagar, llega una conclusión. Efectivamente, hubo una heroína auténtica llamada Manuela Luna y Sancho en Zaragoza. Pero la mujer enterrada en A Rúa no es la verdadera. «Coincidía el nombre y uno de los apellidos. Pero esta mujer, tal vez buscando una paga de capitana se imaginó un personaje de heroína y lo ejerció incluso de mendicante».

La mayor parte de los investigadores e historiadores se inclinaron porque la Manuela Sancho enterrada en A Rúa se inventó su historia. Tal vez estuvo en Zaragoza, oyó las hazañas de Manuela Luna y Sancho y se las atribuyó. «Hay muchas contradicciones que llevan a pensar esto», esgrime Blanco Trincado. Cuenta como anécdota que esta mujer decía que su marido había muerto de un cañonazo que le levantó la tapa de los sesos; que los cogió,  los envolvió en un pañuelo y lo metió en el pecho.  Desde el punto de vista técnico de la época, «es imposible pues se necesitaban 7 hombres para manejar un cañón». Otra contradicción es que la mujer enterrada en A Rúa murió con 24 años y la auténtica Manuela Sancho, con 79.



Aurelio Blanco dijo que esta mujer enterrada en A Rúa era inteligente y es posible que interviniera en alguna gesta. «Pero de ahí a creerse una heroína, incluso superior a Agustina de Aragón, pues no. El argumento lo escribió con su mente. Es digno de una película.

La verdadera Manuela Sancho sí existió y hay documentación histórica que así lo acredita. Fue la única heroína de la época fotografiada. Participó en un acto multitudinario que el Ayuntamiento de Zaragoza le rindió dedicándole una calle. La Manuela Sancho enterrada en A Rúa «es fruto la imaginación y la picaresca».