Instituto Cosme López Rodríguez: legado de enseñanza y compromiso con A Rúa
El centro de secundaria, nombrado en 1987, honra la trayectoria del maestro y alcalde que modernizó la educación y la vida municipal.
Desde que en marzo de 1987 el entonces recién estrenado instituto de A Rúa adoptó el nombre de Cosme López Rodríguez, sus muros llevan impresa la memoria de uno de los educadores y dirigentes locales más influyentes del siglo XX en Valdeorras. Nacido el 16 de diciembre de 1915 en Óutara (A Pobra do Brollón), Cosme López Rodríguez cimentó su vocación docente nada más licenciarse en la Escuela Normal de Magisterio de Ourense, comenzando como maestro sustituto en la parroquia de Aira Vella en 1936.
Tras el paréntesis forzado por la Guerra Civil, López Rodríguez regresó a las aulas de Celanova y Coles, hasta establecerse de manera definitiva en la entonces Escola Unitaria da Rúa en 1944. Allí no solo enseñó a varias generaciones de niños, sino que impulsó la creación de la Agrupación Escolar Manuel Respino, donde ejerció su vocación y de la cual fue director durante muchos años.. Su pasión por la pedagogía se prolongó hasta su jubilación, el 1 de enero de 1983, dejando un legado de excelencia y dedicación.
No obstante, la huella de Cosme López Rodríguez no se detiene en las aulas. Motivado por su espíritu de servicio, se adentró en la política local con el nacimiento de la democracia: en 1979 fue elegido alcalde de A Rúa por la UCD y revalidó el puesto en 1983 al frente de Coalición Galega. Durante sus mandatos –hasta su dimisión en diciembre de 1985–, impulsó la modernización de infraestructuras escolares y la ampliación de servicios públicos, sentando las bases de la actual red educativa y cultural del municipio.
Hoy, el IES Cosme López Rodríguez, situado en la calle Vicente Risco, es referencia obligada en la comarca: imparte Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, y ofrece ciclos formativos que atienden las necesidades del tejido productivo local. Cada vez que suena la campana de cambio de clase, estudiantes y docentes recuerdan al maestro y alcalde cuyo ejemplo de entrega al conocimiento y al bien común dio nombre a un centro que, más que paredes y aulas, es un auténtico homenaje vivo a su promotor.