De ingeniera de petróleo en Venezuela a compartir pupitre con adolescentes en A Rúa

Isabel Prieto estudia en el IES Cosme López de A Rúa
Isabel Prieto estudia el ciclo medio de sistemas microinformáticos y redes en el IES Cosme López de A  Rúa

Isabel Prieto, es ingeniera de petróleo, es natural de Venezuela. Pero, cuando se trasladó a Valdeorras no podía desempeñar su profesión, porque aquí no tenemos petróleo. Así que se puso a investigar, y mientras repasaba las ofertas de empleo en la comarca, descubrió que muchas de ellas estaban relacionadas con el mundo de la informática.

Fue así cuando se animó a estudiar el ciclo medio de sistemas microinformáticos y redes en el IES Cosme López de A Rúa. «Me apunté al ciclo para conocer un poco más acerca de la informática, y para poder trabajar aquí en la comarca, porque hay mucha carencia de profesionales, hay mucho potencial en cuanto a empleo», dijo.

Asegura que «es un ciclo fantástico» y que gracias a estos estudios se ha dado cuenta de que «hay que darle más valor a la gente que nos apoya a nivel tecnológico, porque hacen mucho por la dinámica de nuestro día». «Enviar un mensaje o un correo tienen un proceso muy complejo detrás», matizó.

Del ciclo destaca que lo que más le llama la atención es la parte de programación y de redes. «Desde que inicié mis estudios me puse como objetivo aprender un lenguaje de programación, porque así puedo trabajar desde aquí —desde el pueblo— para cualquier empresa nacional o internacional».

Su profesión anterior, se lo pondrá un poco más fácil, a la hora de adentrarse en el mundo de la programación. «Yo trabajé a nivel de petróleo en simulación de yacimientos», dijo. «A pesar de que no se programaba tenía que leer programas, entender errores que me daba el software, por lo que tengo cierta facilidad para leer y entender los programas, así que me gustaría utilizar esa pericia que tengo ahí guardada», matizó.

Prieto reconoce que lograr los objetivos implica realizar sacrificios. Asegura que es complicado volver a las aulas, y compartir pupitre con adolescentes, aunque matiza que de todo el mundo se pueda aprender algo. «Ellos como nacieron con la tecnología tienen otra manera de ver las cosas, por lo que aprendí mucho de ellos», afirmó. «Yo para estudiar tengo que respaldar la información en algo físico —escribo, hago resúmenes…—, pero ellos no tienen bolígrafo, ellos toman fotos, usan todo online», matizó.

Pese a todo, está convencida de su elección y no duda en recomendar este ciclo a familiares y amigos. «Que no duden en seleccionar el ciclo, porque es muy completo, y los profesores son muy profesionales, y con un poco de dedicación y organización seguramente en dos años van a estar listos para ejercer en el mundo laboral», concluyó.