viernes. 19.04.2024

María G. Albert está embarazada de 25 semanas, una situación nada sencilla cuando se está en confinamiento



Caminar, hacer ejercicio físico, «mimar» la mente, clases de preparación al parto…Son algunos de los consejos que reciben las mujeres durante el embarazo, consejos muy difíciles de llevar a cabo cuando salta un estado de alarma.  En apenas unas semanas, el confinamiento obligatorio ha llevado a las embarazadas a cambiar muchos hábitos.

Es el caso de la concejala de A Rúa, María González Albert, embarazada de 25 semanas, quien asegura que uno de los mayores problemas es no poder salir de casa.  Y es que los paseos para hacer deporte o tareas tan rutinarias como pueden ser ir a comprar, ahora se limitan al máximo para no exponerse más de lo necesario. «Prácticamente no salgo de casa, lo cual es un problema porque te recomiendan andar. Tengo cita con el médico y a ver qué me dicen porque me agoto cuando salgo, por lo que está siendo un poco complicado», admite Albert quien señala que estar en el hogar a veces también se hace pesado. «Me cuesta estar en casa, lo que también le ocurre a quien no está embarazada», añade.

Señala que pisa la calle pocas veces y cuando lo hace es para comprar comida. «Intentas aprovechar para comprar para una semana o dos. Entonces no vas andando, vas en coche», destaca y añade que la falta de actividad le ha hecho perder músculo y resistencia. Un hecho que le preocupa que tenga repercusión en el momento del parto. «Me noto que no tengo musculatura. Bajo y subo por las escaleras y me agoto», asegura.



Los profesionales de la sanidad recomiendan a las mujeres embarazadas la menor exposición posible e incluso diversas autonomías han apostado por suprimir algunas citas medicas no esenciales aunque la mayor parte de las ecografías se mantienen. «Es como la vuelta al trabajo, a las mujeres embarazadas les recomiendan que se queden en casa» advierte la edil aunque reconoce que hay estudios que señalan que las embarazadas pueden sufrir contagios y otros que destacan que no tienen más riego que el resto de la población. «Está todo sin estudiar en profundidad. Yo he hablado con la matrona por teléfono y lo que te dice es que salga poco pero al mismo tiempo necesitas andar. Es una situación rara», detalla.

Destaca que es difícil, en esta situación, disfrutar del embarazo. «Los que tenemos pisos pequeños no podemos caminar ni por la casa».



María admite que intenta ser optimista aunque admite que el confinamiento «puede llegar a ser muy duro» y que hay días en los que uno se siente más pesimista. Pese a todo, la tecnología le ayuda a compensar con las clases online. «Intento hacer zumba y yoga para embarazadas. Lo primeros días sí, estaba muy activa y me apetecía hacer cosas pero ahora ya, llega un momento, como le pasa a todo el mundo, que ya estas agobiado de estar aquí y te tienes que obligar más», apunta.

María conoce a más mujeres en su mismo caso y señala que están todos en la misma manera. Lo que sí se alegra es que no ha cogido más peso. «Al principio, por una cuestión personal, bajé mucho de peso por lo que ahora estoy igual que antes de saber que estaba embarazada», detalla aunque señala que el ardor del estómago le obliga a tener más cuidado con lo que ingiere.

Asegura no sentir miedo de contagiarse pero que sigue todas las medidas de seguridad como usar mascarillas, «que se consiguen mal» y guantes. «Me lavo mucho las manos y uso gel hidroalcohólico. No soy hipocondriaca pero tampoco me expongo», concluye.  

Embarazada en cuarentena