A Rúa baraja medidas para facilitar la desescalada a los negocios del municipio

El alcalde asegura que «el esfuerzo que hizo el comercio es loable y ahora, debemos corresponder cuando todo se solucione»

A Rúa ya se prepara para la desescalada. En este momento el municipio ha registrado un total de 16 casos por coronavirus, de los que 8 siguen activos —1 ingreso—. Los positivos actuales, según ha explicado el alcalde, Álvaro Fernández, son leves. Aun así es importante tener controlado el foco «y ser responsables en la actitud de cada uno. Seguir cumpliendo con las normas que nos van marcando o incluso por encima de eso».

El concello trabaja actualmente para que, cuando la gente salga las calles, lo haga con la mayor seguridad. Ya el domingo pasado, cuando los niños comenzaron a salir, la Policía Local se encargó de hacerles entrega de mascarillas infantiles «que hicieron las costureras. También les dimos un diploma que teníamos pensando para los niños que participan en el Campamento en Casa» pero que se ha extendido a todos. En este se valora el buen comportamiento y el esfuerzo que han realizado los más pequeños durante la crisis sanitaria. «No vimos niños jugando entre sí. El comportamiento fue excepcional».

Ayuda en la desescalada

Ahora el concello también busca medidas para hacer que la desescalada sea sencilla. «Tenemos que volcarnos todos. El esfuerzo que hizo el comercio es loable y ahora, debemos corresponder cuando todo se solucione. Nos preocuparemos y ocuperamos de que las cosas se hagan lo mejor posible».

Entre las medidas que se barajan se encuentran completar en la medida de lo posible las ayudas que lleguen desde la Xunta de Galicia y el Gobierno Central. Además, con respecto a las cafeterías, dado que se prevé la limitación del aforo en terrazas, «facilitaremos estos negocios de la mejor manera posible y con la mayor seguridad».

Obras paradas

Lo que por el momento no se ha reanudado en A Rúa son las obras. «Estamos intentando, en la medida de lo posible, preparar los desbroces, aunque las empresas están en ERTE». Según explica Fernández, muchas no tienen la posibilidad de ejecutar su trabajo con garantías —EPIs, falta de proveedores...— «y quien trabaja atiende a los clientes con los que tenía retrasos».

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