Un año de legislatura marcado por el COVID-19
Hablamos con varios de los alcaldes de la comarca el día que se cumple un año de su toma de posesión del cargo
Hace 366 días -contando con que febrero tuvo un día más, los alcaldes de la comarca de Valdeorras y alrededores tomaron posesión de su cargo tras los plenos de investidura que se llevaron tal y como estaban planeados. Para algunos esta fue su estreno en el mandato, mientras que para otros fue una continuación del mismo, aunque la mayoría destacan la pandemia del COVID-19 entre sus valoraciones.
Petín
Raquel María Bautista se estrenó el 15 de junio como alcaldesa de Petín, la regidora destacó que el año fue positivo, aunque hay una parte diferenciada a partir de febrero. «Es un poco complicado hacer valoración, es un poco agridulce la situación, en principio si mantenemos al margen el tema coronavirus la valoración es muy positiva». Bautista destacó que ya fueron haciendo proyectos, quedando varios pendientes debido a la pandemia del coronavirus. «Cumplir el 100% de las iniciativas es complicado. Seguiremos luchando por cumplir todo lo prometido y más ideas que van surgiendo».
Vilariño
Melisa Macía cumplió su primer año de mandato como alcaldesa -durante la anterior legislatura cogió el testigo de su antecesor durante la misma- de Vilariño de Conso, siendo su valoración también positiva, ya que realizaron numerosos proyectos, direon servicios, crearon empleo y nuevos emprendedores, lo que significa una evolución. La pandemia del COVID-19 significó un antes y un después que guiará el futuro, ya que los servicios sociales serán un pilar de cara al futuro junto al plan de ayudas que han dado desde el consistorio a todos los sectores.
Larouco
Patricia Lamela, alcaldesa de la localidad destacó que fue un año de mucho aprendizaje, ya que como su homónima de Petín también se estrenaba en el cargo. De cara al segundo año lo ven mucho mejor que el primero, ya que están amoldados al concello y tienen los presupuestos aprobados, situación que da una buena hoja de ruta para poder realizar proyectos.
Vilamartín
Enrique Álvarez Barreiro, como el caso de la alcaldesa de Vilariño, tampoco estrenó mandato con la nueva legislatura, y hace una valoración buena, aunque destaca que no es suficiente ya que hay más por hacer, pero son realistas de hasta donde pueden llegar, pidiendo a las administraciones tanto provinciales como autonómicas que sean equitativos con el reparto de dinero para poder hacer más proyectos, ya que según afirmó Barreiro, ellos llegan hasta donde pueden y dando siempre el máximo.
O Barco
Por su parte Alfredo García destacó que el primer año iba bien, pero debido la pandemia provocada por el COVID-19 han estado 3 meses parados y deberán volver a planificar diferentes proyectos, aunque el regidor afirma que se debe seguir hacia delante. «Hay que ver que costes va a tener respecto a las diferentes financiaciones, este año va a ser complicado para nuevos proyectos, aunque seguimos trabajando con ellos con la tranquilidad de decir, vamos a esperar a ver cuando los podemos poner en marcha».
Manzaneda
Amable Fernández destacó que a nivel personal el primer año fue muy gratificante, quitando los tres últimos meses por el Coronavirus que los mantuvo en tensión.
Cerraron el año manteniendo el equilibrio presupuestario, y esperan seguir así porque están prorrogados - al ser el primer año en el que estaban dentro de un Plan Económico Financiero-, estando los últimos meses dedicándole tiempo al Covid, ya que al tener una residencia de ancianos propia se llevó muchos de los recursos, aun así no detuvieron el resto de actividades.
El segundo año lo ven con ilusión y cautela debido al Coronavirus, que será lo que marque el futuro.
Rubiá
Elías Rodríguez, calificó el primer año de la legislatura como aceptable, ya que están llevando los proyectos acabao a pesar de la situación provocada por el COVID-19. «Ahora estamos retomando los proyectos parados, agilizando y continuando, en general no fue un mal año».
Carballeda
Mari Carmen González por su parte subrayó que fue un año atípico y condicionado a la pandemia, ya que a partir de marzo todo cambió.
Destacando que los meses previos correspondía a una época en la que se aprovecha para planificar la legislatura y llevar a cabo los primeros proyectos, este aspecto González lo valoró positivamente, ya que han hecho obras, y el verano dejó como referente de baño en la comarca a las piscinas climatizadas, que pese a verse dañadas por las riadas invernales en una parte, ahora ya están a punto para volver a ser disfrutadas por los valdeorreses.
La pandemia no frenó el trabajo en el concello, la regidora destacó que en la administración local no faltaron un solo día a trabajar, además siguieron atendiendo la demanda de los vecinos por vías telemáticas. González espera que el paso del COVID, haga a la gente más buena, por ello también seguirán humanizando si cabe más la administración. «Quizás hay que dedicarse a ver lo que le pasa en las personas más queena los pueblos, esto tiene que servirnos para ver lo que le pasa a las personas es más importante que lo que le pasa a los pueblos».
A Veiga
Por su parte Juan Anta también afirmó que el primer año de legislatura fue complejo, ya que la pandemia marcó el transcurrir del año haciendo plantear al equipo de gobierno muchos asuntos en los presupuestos cambiando proyectos iniciales.
Aún así Anta se muestra satisfecho por cumplir con la filosofía de ayudar a todo aquel que lo necesite y desde el consistorio puedan tener reciprocidad con el. El fin de la construcción del observatorio, la licitación de las carreteras de acceso al mismo, el arreglo de los viales del municipio, el abastecimiento de materiales durante la pandemia y los planes de reactivación económicos tras la misma fueron parte de las iniciativas que destacó el regidor.
A nivel personal Juan Anta lo calificó como el año más difícil como alcalde, pero también en el que más han hecho desde el concello para ayudar a la gente, siendo en los últimos meses cuando más útil se sintió para ayudar a la gente a hacerle la vida más fácil.