viernes. 29.03.2024

José Arias, Pepe, ha fallecido este 10 de febrero a los 83 años de edad

Es posible que al leer Mesón J.R. a muchos se les venga a la cabeza sus gambas al ajillo, la lasaña, la zorza, los mejillones en salsa. los morunos... pero lo que es seguro es que la primera imagen que recuerdan es a Pepe, su dueño, sonriendo. Era así, desde que entrabas, hasta que te ibas. Él siempre tenía una buena cara para todos los que se acercaban a comer allí. Ese lugar del que disfrutaron tres generaciones.

Este 10 de febrero José Arias Arias, Pepe, ha fallecido a los 83 años. Pero su legado y su recuerdo permanecerá en Valdeorras. Comenzó su carrera profesional como migrante en Brasil. Allí lavaba latones en una fábrica de leche que pertenecía a españoles. Tal fue su sacrificio que poco después llegó a ser el director con más de 200 empleados a su cargo. Su vida profesional y económica era plena. Pero su mujer, Concepción Moral, tenía una espinita clavada y siempre quiso volver a su tierra. Y el amor todo lo puede.

Así que Pepe decidió renunciar a lo que había conseguido y empezar de cero. Los primeros meses viajó a Suiza, donde ejercía como camarero, pero su mujer no quería volver a marcharse, por lo que finalmente se asentó en Valdeorras. Fue entonces cuando, junto a su cuñado Rogelio, compraron el mesón.

Comenzaron el camino de la mano pero a los dos años Rogelio se volvió a Suiza y Pepe se quedó con el J.R. Allí, junto a la encarga de la cocina, su mujer, hicieron durante décadas las delicias de los valdeorreses que todavía hoy recuerdan el sabor de cada uno de sus platos. Algunos, incluso cuando ven a Concepción le piden una lasaña.

Interior del Meson JR 2000

Pero el cansancio obligó a decir adiós a esta parte tan importante de sus vidas. Su hija, Marta, intentó durante algún tiempo continuar con el legado, pero los comensales echaban en falta la figura de Pepe. Por eso tampoco nunca alquilaron el local, para que nadie "estropeara" la esencia que este matrimonio dejó allí, donde todo sigue intacto. Ahora todos esperan que el nieto mayor, Pablo, hijo de Marta, que es un chef de Alta Cocina en Suiza recupere y ponga en marcha el legado familiar.

Intacto, como el recuerdo de muchos que este 10 de febrero se despiden de Pepe con gran pena y con una idea clara: como Pepe, no hay nadie más. Él es irrepetible.

Su familia ha querido a través de este medio agradecer a todo el personal de los centros sanitarios de Valdeorras y Ourense por el cariño y ayuda otorgada a José Arias. También a las instituciones y a cada persona que ha transmitido su cariño y duelo.

El funeral será este jueves, 11 de febrero, a las 16.00 horas en la Iglesia Parroquial de San Juan en Éntoma. Por motivos sanitarios, no se recibe duelo.

Pepe del J.R., la eterna sonrisa