“Los que vivimos en el agro no le interesamos a las administraciones porque no nos pueden controlar”
María Páez, ganadera y coordinadora comarcal de Unións Agrarias denuncia el escaso margen de los ganaderos
La reivindicación es más que conocida: precios justos para el campo, una ley que penalice y multe a aquellos que compran producto por debajo de costes y, sobre todo, que la ganadería tenga en Madrid una mesa de negociación propia, como la que se ha articulado para la agricultura o el aceite. Pero la administración sigue haciendo oídos sordos.
Estas son las demandas de los ganaderos tal y como recuerda María Páez, ganadera de Vilariño de Conso y coordinadora comarcal de Unións Agrarias. Páez pone voz a las 400 familias de ganaderos que exigen precios justos para sus productos, para poder seguir trabajando en la zona de A Veiga, O Bolo, Viana, Vilariño, A Mezquita y A Gudiña.
Páez no es nueva en el negocio. Ya su madre era ganadera y pagaba de cuota de autónomos 18.000 pesetas, 80 pesetas por el litro de gasóleo y cobraba el kilo de carne a 800 pesetas. Mientras, María paga de cuota de autónomos 300 euros (50.000 pesetas), 1 euro (166 pesetas) por el litro de gasóleo y vende el kilo de carne a 4,20 euros (750 pesetas). Conclusión: las cuentas no salen. “Son datos que la administración tiene y si no hace nada es porque no quiere”, declara tajante María. “Saben lo que sube el cereal, el gasóleo… Se ha duplicado el valor de la materia prima pero el coste de lo que vendo ha disminuido”, sentencia.
Estas son solo algunas de las razones por las que los ganaderos y agricultores están saliendo a las calles denunciando la situación que está viviendo el sector primario en toda España. Entre sus exigencias incluyen precios justos, más infraestructuras agrarias, que se mantenga la PAC, que se reconozca el papel del agricultor y ganadero como clave en el desarrollo rural y que haya un relevo generacional efectivo. También piden medidas contra la fauna salvaje y las plagas, más servicios en los pueblos, un sistema de seguros agrarios eficaz, la eliminación de la burocracia inútil y una fiscalidad justa.
“Cuando en un país se destruye el sector primario se destruye el país. Cuando en una comarca se destruye el sector primario, se destruye la comarca. Una comarca tiene que producir para comer”, destaca la ganadera señalando que desde las administraciones no obtienen respuestas.
Según la coordinadora de Unións Agrarias, desde el gobierno supramunicipal están primando otros sectores ignorando al medio rural, así como problemas tan acuciantes como la despoblación. “Le interesa que los que estamos aquí nos vayamos. Si a mi rebaño de vacas lo tengo cerrado me da menos trabajo que si lo tengo en extensivo. Es lo mismo para las administraciones. Los ciudadanos que están todos ordenaditos y colocados en sus edificios, les dan menos gastos que los que están desperdigados por el medio rural”, destaca la ganadera en una aseveración que hace reflexionar.
Asegura María que ni la sociedad ni los ciudadanos son conscientes de lo que está pasando. “Si dependes de todo lo que te den de fuera es tu autodestrucción. A mí me quitas la luz y el agua y puedo seguir viviendo. A una persona en O Barco o en Ourense le quitas la luz y el agua y a las dos semanas muere porque no puede hacerse de comer”, destaca María recalcando que las familias autosostenibles no interesan a las administraciones porque son incontrolables. “A ti te dan un sueldo a fin de mes y tú lo gastas, lo reinviertes en lo que ellos quieren, luz, agua… solo mueves dinero. Pero yo no y soy un problema para la administración”, destaca.
Producto reclamo
El sindicato Unións Agrarias (UU.AA.) también ha llamado a la movilización de los ganaderos gallegos del sector contra el uso de la leche "como producto reclamo" por parte de las empresas distribuidoras. “No puedes vender por debajo de los costes de producción y la administración no puede permitirlo”, destaca María Páez.
Desde el sindicato han recordado las protestas protagonizadas por los ganaderos de leche del 2015 y lamentan que "cuatro años y medio después" todavía se da "la misma situación" de 'dumping' a pesar del acuerdo firmado entonces. Así, ha criticado la poca "transparencia" de la industria del sector y ha evidenciado que las cadenas distribuidoras "siguen usando" la leche como producto reclamo "para ganar consumidores y no compradores".
"Siguen con precios de hace cinco años, a 56 céntimos el litro. Esas mismas cadenas que unos kilómetros después, en Francia, un país excedentario, tiene el precio a 73 céntimos", destacan.
Y es que, tal y como ha explicado el secretario xeral de UU.AA., mientras la producción supone un gasto de 32 céntimos por litro para los ganaderos, la industria les "impone" un precio de compra en torno a los 30 céntimos: "Y si no firmas, te dicen que ya no te compran más". No obstante, a ese "problema" hay que sumar costes adicionales como los daños provocados por jabalíes en las tierras y las 600.000 hectáreas que hay que "poner en disposición para abaratar los costes", concluyen.