La Hora del Planeta se da cita en A Veiga
La hora del Planeta nació hace 11 años, en Sidney, como gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. Apagar las luces de hogares, edificios y monumentos emblemáticos durante una hora fue la sencilla acción que después articularía un creciente movimiento mundial por el Planeta.
El pasado año participaron miles de ciudades de 187 países del mundo que apagaron más de 12.000 monumentos y edificios icónicos, uniendo a ciudadanos, empresas, ayuntamientos e instituciones para, entre todos, “cambiar el cambio climático”.
Tal y como explica el astrónomo Oscar Blanco, este es un acto simbólico en el que la gente toma conciencia del mal uso de la energía y sobre todo de la iluminación. "Las calles de muchos lugares se están iluminando mal y se está utilizando de manera incorrecta la energía. El tipo de farolas, la intensidad, el tipo de color y los horarios. A veces, a ciertas horas, hay calles iluminadas como si fuera hora punta”, destaca Oscar Blanco.
Un hecho que se intenta poner en evidencia apagando las luces de muchos edificios públicos, de otros privados y mirando al cielo. “Porque si apagamos las luces vemos el cielo mejor. Aunque lo ideal sería que no fuera solo dos horas al año sino más veces”.
Así A Veiga, y su cielo destino starlight aprovecharán el momento para mirar al cielo, si el tiempo lo permite. Oscar Blanco propone una observación de la luna con telescopio para el día de hoy. “Más tarde saldrá el planeta Júpiter pero si el tiempo no acompaña hay una plan B que será hacer proyecciones y una conferencia sobre la observación del cielo. Hoy en día es muy difícil encontrar un cielo natural, como se veía 100 o hace 200 años. En la Península Ibérica no queda ningún sitio así. La gente más mayor puede recordar cielos espectaculares pero con la contaminación lumínica ya no existe, no estamos haciendo las cosas bien. Está muy relacionado con el cambio climático y la emisión de gases”, asegura Blanco.
La actividad de A Veiga comenzará hoy y la actividad incluye cena más observación dirigida por Óscar Blanco uno de los referentes en el astroturismo en Galicia. La cena se celebrará en conjunto con todos los asistentes y al finalizar, los participantes se desplazarán (en transporte particular) el lugar de observación (Alto del Rañadoiro).En la observación se explicará además como se utiliza un telescopio. Tras la observación finalizará con un chocolate.
El día siguiente sobre las 11.30 los participantes disfrutarán de una visita al Centro de Interpretación de Ponte y de una pequeña ruta hasta el Pontón das Olgas. Teniendo como Punto de encuentro a aldea de Puente.
El precio de la actividad para todos los participantes será de 20 €, que incluye cena de grupo y actividad.