Iván Tato: «Son 10, 15 minutos de música que alivian a la gente»
Este dj barquense se ha convertido en un soplo de aire fresco para sus vecinos, quienes lo escuchan de 20:05 a 20:30 todos los días
Hace unos días un dj de la localidad, era noticia debido a un pequeño problema con un vecino de su comunidad tras hacer sesiones de música desde su balcón
Pues bien, este es Iván Tato, estudiante de Producción Audiovisual en Vigo al que hemos querido conocer un poco más para que nos cuente su historia con el mundo de la música y también más recientemente con la música desde su casa.
Tato comenzó como bajista a principios de la década pasada en un grupo llamado The Joker: «Tenía unos 14 años y me empezó a interesar la música, bueno yo soy la típica que persona que para hacer los deberes se pone música clásica, yo sin música no puedo vivir».
Pero su relación con el mundo de la música electrónica comenzó con la Fiesta Ibiza: «Cuando subieron la fiesta de las piscinas al campo, me dejaron meter mano en tema de organización, ellos sabían que a mi me gustaba pinchar, me pusieron a prueba, creo que fue en el 2015, todo empezó a Cristian Vales y Óscar Yáñez. Cristian me enseñó a pinchar. En una de las ediciones me dijo, ven, me puse a pinchar a primera hora y esa fue una de las mejores sensaciones de mi vida. Al año siguiente ya me pusieron en cartel. Es gracias a ellos y a padrinos como Óscar».
En el mundo de la música se dice que los buenos dj saben de todos los estilos musicales, algo que parece concordar con Tato: «Empecé pinchando música electrónica relajada, de primera hora, muy ibicenca, ahora pincho música que cuando no empecé no esperaba poner. Es en lo que me centro, en música metódica de como tienes que hacer transiciones. Para la gente es ruido, pero para mi por ejemplo la sirena de Talleres Meleiro tiene un sentido especial, cada dj es un mundo, tienes que saber de todo y que poner en cada momento. Cuando empecé con 18 años en un local de O Barco pinchaba reggaeton, pero a mi lo que me gusta es el techno oscuro, aunque si la gente no se mueve y no disfruta te vas a tener que ir para casa».
Iván Tato comenzó a realizar sesiones desde su casa a diario: «Nos confinaron a todos en casa, durante el fin de semana vi un montón de vídeos de dj pinchando en Italia y pensé que se podía hacer aquí, había un montón de personas que me lo pedían. Empezó todo en plan broma, a las 20 horas era el aplauso a los sanitarios y porque no poner después un poco de música ya que las circunstancias son malas, lo estamos pasando mal. No es una situación de fiesta pero tampoco estamos celebrando nada, esto es para hacerlo más ameno y que la gente disfrute»
De hecho el primer día confiesa que quedó abrumado cuando al terminar la sesión se escuchaba a los demás vecinos pedir otra canción: «Todo el mundo me aplaudió y pensé que no era tan malo como pensaba. Cada vez éramos más, vivo enfrente a la plaza de los juzgados y hace mucho eco».
Tras la queja de un vecino Iván se planteó parar, pero fueron sus propios vecinos los que lo animaron a continuar: «Muchas gracias a vosotros y a todos los vecinos que ayudaron. A mi vecino le pido disculpas desde aquí si le molestó. El sábado tuve que pinchar para O Son da Casa un festival de música casero, y a parte de pinchar a las 20:05 tuve que tocar a las 4 de la tarde».
También junto a la duda afirma que esto puede tener su fin: «Yo a raíz del cartel de este vecino dudé si seguir pero sabes que la gente se lo pasa bien, aplaude, también vía Instagram te mandan mensajes, pero yo al día siguiente no toqué. La gente se comenzó a quejar a través de vuestra página, me llegaban mensajes privados pidiéndome que no lo dejara. Una chica pidió que siguiera porque su hija salía a tocar la flauta mientras pinchaba. No es hacer ruido, es alegrar a la gente en esta situación. Yo no estoy celebrando nada, yo en el momento que por aquí haya una persona del barrio o cercana con coronavirus y lo esté pasando mal yo lo dejaré de hacer porque pensarán que estamos de fiesta, y no lo es, es un apoyo, no sería normal continuar con ellos sufriendo» sentenció Tato.