El céntimo sanitario y sus consecuencias al otro lado de La Barosa

Galicia, en especial Valdeorras y los municipios limítrofes tanto con Castilla y León como con Asturias de la comunidad viven una situación destacable en las gasolineras.

En O Barco el precio del carburante -el pasado jueves- estaba en 1 euro y 32,9 céntimos el diésel y 1 euro 37,8 céntimos la gasolina "Súper 95", mientras que a sólo unos kilómetros la diferencia era de 5 céntimos para el diésel y 9 para la gasolina.

Esto se debe -entre otras cosas- al impuesto especial de hidrocarburos, recargo que Galicia aplica con el máximo que permite el Ministerio de Hacienda con 4,8 céntimos/litro.

Este impuesto lo creó el gobierno de José María Aznar en 2001 sobre ventas minoritas de determinados hidrocarburos (IVMDH), que acabó conociéndose como céntimo sanitario, para ayudar a las comunidades autónomas a financiar el traspaso de las competencias de sanidad. El tributo, que contaba con un tramo estatal y otro autonómico estuvo vigente hasta 2012. Entonces pasó a estar integrado en el impuesto especial de hidrocarburos.

En 2014 fue declarado ilegal por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

Esta situación provoca entre otras cosas el éxodo de los conductores de la comarca hasta puntos limítrofes. Como ejemplo para saber el ahorro o el sobrecoste que se consigue gracias a la existencia del impuesto ponemos a un conductor de O Barco que tiene un vehículo diésel con 50 litros de capacidad máxima en el depósito, este en Galicia paga 2.40 euros más que un conductor del Puente de Domingo Flórez en cada repostaje sólo por el impuesto, sin contar por ejemplo que nuestra comunidad es -sin contar Baleares- la que tiene los precios más elevados.

La cosa cambia para los profesionales, a estos la Agencia Tributaria les devuelve el impuesto, más una pequeña porción que les da el estado haciendo un total de 4,9 céntimos por litro siendo indiferente el precio del carburante. En caso de no existir esa devolución un profesional que tenga un camión con 480 litros de capacidad en el tanque, pagaría 23,04 euros por repostaje extra respecto al Castilla y León.

Como dato, debido al impuesto el pasado año las estaciones de servicio de Castilla y León expidieron un 10,5% más de gasolina y 4,6% más de gasoil, una vez se dejó de aplicar el impuesto en el 2016.

En la comunidad algunos concellos como el de Lalín reclamaron la retirada de este gravamen debido a la "fuga" de profesionales que apuestan por llenar sus depósitos en las puertas de Galicia.

Por parte del Gobierno central, instan a suprimir el céntimo sanitario con urgencia tras la moción del Partido Popular que reclamaba la bajada de los carburantes debido a su precio al alza de los últimos meses. Respecto a la semana pasada los precios han bajado 3 céntimos de media en las gasolineras gallegas.

La subida de los precios ha sido prácticamente constante desde que tocara fondo en febrero de 2016 cuando el litro de gasoil costaba 91 céntimos de media, mientras que el de la gasolina 95 valía 1,10 euros.