jueves. 28.03.2024

La población destaca que es duro vivir bajo las restricciones, señalando que los hosteleros no son los culpables de los brotes

La hostelería vive un momento complicado en Galicia, ya que por tercera vez en un año se han visto obligados a convivir con una serie de restricciones que en esta ocasión les mandó bajar la persiana y abrirla únicamente para el "take away".

Si hace unos días los propios hosteleros confirmaban que les iba mejor de lo esperado con la modalidad del café y la comida para llevar, también reclamaban ayudas directas para un sector muy damnificado por el COVID-19.

Entre los clientes habituales unanimidad respecto al bajo índice de contagios en los bares y restaurantes, subrayando que ellos no son los culpables de los rebrotes, debido también a la gran cantidad de medidas destinadas para evitar contagios.

«Bajamos para ayudar a los hosteleros»

A pesar de la lluvia, en las cercanías de los bares barquenses los habituales del café mañanero acuden a los diferentes establecimientos. Una pareja subraya que a nivel mental las restricciones afectan, y ellos deciden ir hasta los bares para apoyar al sector, incluso pidiendo comida para llevar. «Solemos ir a comer los sábados fuera, ahora pedimos para llevar. Si paran ellos se frena todo, porque es un círculo, si ellos no ganan, a lo mejor no pueden ir a comprar zapatos».

Esta pareja subraya que estamos viviendo un momento que pasará a la historia

Por el Malecón también hay familias que esperan una apertura de la hostelería temprana. «En el Codillo por ejemplo la gente los pidió para echar una mano. Te tomas el café para que ellos ingresen algo, y además hay personas que necesitan ir a tomar algo para desconectar. Psicológicamente el no poder estar con nadie afecta».

Un problema de los usuarios no de los restauradores

Entre la opinión pública también hay gente que subraya el mal comportamiento de los ciudadanos ante el aumento de contagios. «Son los paganini. Si la gente supiera utilizar estos lugares pues podrían seguir estando abiertos».

Entre los barquenses destacan que una vez que termine esta situación la población cogerá con más ganas la vuelta a la relativa normalidad

«Se lleva mal»

Otros usuarios habituales de los locales de hostelería destacan que esta situación no es por los contagios, si no para reducir la movilidad de la gente, aunque también las cañas se han trasladado al hogar de forma provisional, esperando que la próxima semana se reabra la hostelería. «Lo pagaron ellos. Les echaron la culpa pero no son los culpables».

«Bajamos a propósito para ayudar a los hosteleros»