Un año desde que las llamas calcinaron el corazón de Valdeorras
El verde empieza a dejarse ver entre lo que durante 365 días ha sido ceniza. Este 17 de julio se cumple un año del inicio del incendio forestal que asoló Valdeorras o más bien, desde que un pequeño foco que provocó la tormenta en Riodolas —Carballeda de Valdeorras— el 14 de julio, se descontroló por completo.
Fue el fuerte viento el que avivó unas llamas que en cuestión de minutos se descontrolaron por completo, dejando imágenes desoladoras que los valdeorreses no podrán olvidar nunca.
Y lo que era un incendio forestal, terminó provocando que cientos de vecinos de núcleos de O Barco, Rubiá y Carballeda tuvieran que dejar sus casas y todos sus recuerdos a la suerte de las llamas. Algunos no volvieron nunca más. Aunque hubo valientes que decidieron quedarse a defender sus propiedades haciendo frente a un incendio en la que se desplegaron todo tipo de medios de extinción.
A Veiga de Cascallá, Alixo, Domiz y Robledo fueron los núcleos más afectados con viviendas que fueron pasto de las llamas, quedando reducidas a cenizas y estructuras que hay que demoler.
El balance final fueron 10.500 hectáreas calcinadas, casi un centenar de viviendas afectadas y un recuerdo de un verano negro que no se olvidará nunca en Valdeorras.