El alcalde, Alfredo García, asegura que dio orden a la empresa de regar la carretera
Durante los últimos meses el tránsito de camiones es algo constante en la Rúa Florencio Delgado Gurriarán y sus aleñadas. Cada aproximadamente 5 minutos uno de estos vehículos de gran tonelaje, que se encargan de transportar la tierra que sale de la obra de la carretera de circunvalación, pasa por una de estas vías generando una gran cantidad de polvo. Una situación por la cual los vecinos muestran su malestar ya que aseguran que «nuestras casas están quedando inservibles».
Algunos de estos camiones, los menos, pasan con las cajas tapadas. Pero la gran mayoría lo hacen con ellas al descubierto, lo que genera grandes cantidades de polvo que pueden verse en las aceras, los coches o incluso las propias ventanas de casa. «Además, se acumula en el suelo y cuando pasan los coches también se levanta. El otro día limpié la acera y a la media hora estaba igual», nos cuenta uno de los vecinos.
La calle además se ha vuelto intransitable. «Las aceras están muy mal para ir con el carrito del bebé. No puedo pasearlos por aquí con el polvo, así que tenemos que irnos para el Malecón».
La situación empeora aún más para la gerente del Café Bar San Roque. Su terraza se encuentra en la calzada y los camiones, pasan pegados. «Cada cinco minutos tengo que salir a limpiar la terraza. Además, se se cruzan dos camiones, se forma la hecatombe».
Por su parte, el alcalde, Alfredo García, asegura que ya hace unas semana que dio orden a la empresa de regar estas zonas. «Voy a reiterárselo ahora mismo. Yo comprobé que cuando no llueve, se levanta polvo».
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